Los tapatíos captaron a través de sus teléfonos celulares como varias calles y avenidas de nuestra ciudad se convirtieron en verdaderos ríos y represas, poniendo en evidencia que las obras realizadas hasta ahora no funcionan, que se olvidaron de los semáforos de alerta en pasos a desnivel y que además algunas calles como López Cotilla, recién convertida en Zona 30, se les olvidó abrir bocas de tormenta y hoy baja el agua a toda velocidad a avenidas como Chapultepec.
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