Muchas personas en América se unieron el pasado sábado para disfrutar de un espectáculo celestial asombroso: un eclipse solar anular. Este fenómeno astronómico se caracteriza por crear un “anillo de fuego” alrededor del Sol, ya que la Luna no llega a cubrirlo por completo. Las miradas se elevaron hacia el cielo, y observadores en varios países fueron testigos de este evento único.
El eclipse solar anular comenzó poco después de las 8:00 hora local (12:00 GMT) en Eugene, Oregón, Estados Unidos, según la transmisión en vivo de la NASA. Sin embargo, algunas regiones de Estados Unidos, como California, no pudieron disfrutar del espectáculo debido a las condiciones climáticas.
Una hora después de su inicio en Oregón, el eclipse parcial se volvió visible en forma de un “mordisco” del Sol en lugares como Kerrville, Texas, y Albuquerque, Nuevo México. A medida que avanzaba el tiempo, el fenómeno pudo ser observado en países como México, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Panamá y Venezuela.
El eclipse anular atrajo una gran expectación en la Península de Yucatán, México, donde los entusiastas de la astronomía se reunieron en lugares estratégicos para observar el “anillo de fuego”. Aunque el evento no sumió la región en la oscuridad total como algunos esperaban, los fotógrafos aficionados y profesionales aprovecharon la oportunidad para capturar este fenómeno poco común.
Nicaragua no se quedó atrás, y los observadores se congregaron en diferentes puntos del país para presenciar el eclipse. Los estudiantes del Centro Cultural Nicaragüense Norteamericano (CCNN) en Managua se reunieron en su estacionamiento para observar el fenómeno a través de telescopios.
En El Salvador, el eclipse fue visible en un 83%, lo que causó la emoción de los niños. A pesar de algunos cielos nublados que obstaculizaron la visión en ciertas áreas, la Plaza Salvador del Mundo y el Parque del Bicentenario se llenaron de personas que esperaban pacientemente para presenciar el fenómeno.
Honduras también tuvo la oportunidad de disfrutar del eclipse anular. Los cielos se iluminaron con el “anillo de fuego”, especialmente en la ciudad costera de La Ceiba y otras regiones del norte y este del país. Un hondureño comparó la visión de la Luna con los “aretes que le faltan” en una canción popular.
El eclipse solar anular alcanzó su punto máximo en la provincia de Coclé, en el centro de Panamá, donde cientos de espectadores disfrutaron del espectáculo. La expectación creció a medida que los telescopios se dirigieron al cielo, y los asistentes se sumieron en el asombro mientras el Sol y la Luna ofrecían su majestuosa danza en el firmamento.
En Caracas, Venezuela, el Gobierno organizó un evento de astronomía en el parque Francisco de Miranda, cerca del Planetario Humboldt. Allí, cientos de venezolanos se reunieron para observar el eclipse solar anular a través de telescopios y lentes especiales. El evento culminó después de casi 6 horas de asombro y fascinación.
Este eclipse solar anular brindó a millones de personas en América la oportunidad de maravillarse ante la belleza del cosmos y de unirse en admiración mientras el Sol y la Luna se alineaban en un espectáculo que cautivó a jóvenes y adultos por igual. La experiencia de observar un eclipse solar anular es un recordatorio de la grandeza y la majestuosidad del universo que nos rodea.