Los polémicos cambios buscan detectar preferencias y hábitos de consumo para los clientes publicitarios. Recomiendan usar Signal, que recoge menos datos
Por la Redacción
Si bien las nuevas políticas de WhatsApp no implican que las fotografías o datos personales vayan a ser difundidas, o que se tenga control de las cuentas bancarias como muchos han rumorado, sí es conveniente tener cuidado con la información que se comparte, no sólo en ésta, sino en cualquier red social, pues los usuarios siempre serán el primer filtro.
Lo anterior lo comentó la maestra Eny Fabiola Ramírez Cerón, catedrática de la licenciatura en Mercadotecnia Digital de UDGVirtual, quien explicó que los usuarios deben de estar conscientes de que de todas formas ya han entregado datos personales a diversas redes sociales y, antes, no se hizo tanto escándalo.
Indicó que las nuevas políticas de WhatsApp más bien lo que buscan es que con los datos que se generan al usar la plataforma (como las actualizaciones de estados, fotografías de perfil, el tiempo que se permanece en esta red, etcétera) van enfocadas al ramo de la mercadotecnia y no al robo de información como muchos han divulgado.
“La compañía de Facebook (dueña de WhatsApp), no leerá ni enviará conversaciones a ningún lado. Es decir, no se va a meter con tus fotos, no va a mandar conversaciones que tengas, porque eso no nos interesa como personas que nos dedicamos a hacer marketing”, agregó la especialista.
“Eso no es relevante porque, al final, esta nueva recolección de datos, estos términos y condiciones son para que la compañía pueda compartir con otras empresas la información relevante como el comportamiento de cada persona en la red, las publicaciones que apoya, rechaza o comparte. Esto, con tal de persuadir al usuario para que compre un producto o servicio, o permanezca más tiempo en la aplicación, pero no va a compartir nuestras fotografías, no las va a vender al por mayor. No es que vaya a haber un ejército leyendo nuestras conversaciones de WhatsApp”, declaró Ramírez Cerón.
La profesora explicó que estos son datos relevantes para las compañías que pagan por publicidad.
Respecto al temor de que WhatsApp conozca las transacciones bancarias que se hacen por celular, recordó que hay otras aplicaciones que tienen esa información desde antes, por ejemplo, las de los bancos o Netflix, y que en el caso de WhatsApp va enfocado a fortalecer un servicio para pagos.
“Antes de que nos asustemos, recordemos que WhatsApp tiene a su primo hermano que es WhatsApp Business, que tiene la opción de catálogo para que los usuarios puedan comprar si colocas una forma de pago; obviamente, va a poder saber WhatsApp qué transacción hiciste dentro de ella. Para nosotros, como usuarios normales, WhatsApp desarrolla una opción de métodos de pago a través de su plataforma, vinculado con Facebook Paid, el cual está muy fuerte, por ejemplo, en Brasil. ¿Qué se podrá pagar en los estados de WhatsApp? Transacciones entre familiares y amigos, préstamos para alguna deuda, o en algún caso de emergencia. Muy similar a lo que tenemos con Mercado pago”, informó.
Ramírez Cerón dijo que de entre las alternativas a WhatsApp, están Telegram y Signal. Telegram permite hacer lo mismo que WhatsApp y permite enviarte archivos a ti mismo, pero también permite localizar usuarios por ubicación en un radio cercano. WhatsApp y Signal tienen opción de cifrado extremo; sin embargo, WhatsApp recopila muchos datos personales.
“Creo que Signal es la opción viable para no dejar datos, porque sólo recopila tu número de teléfono. Pero esta aplicación es más limitada que Telegram, tanto por la cantidad de usuarios como por las herramientas que tiene. A Signal la veo como aquel BB PIN de Blackberry en su momento”, dijo.
La especialista recomendó que, de todas maneras, independientemente de la red social o aplicación de mensajería que se use, sea el usuario quien defina siempre qué publicar, tomando el mayor de los cuidados y que en las compras en línea lo haga sólo a empresas certificadas y prestigiadas.
También recomendó que no cambiemos constantemente nuestros estados (que muchos confunden con las historias de WhatsApp) y también nuestra foto de perfil.
“Antes de tomar la decisión de migrar a una plataforma u otra de comunicación porque nos vamos a ir a donde queramos irnos, para todo hay mercado y para todo hay gustos, pero antes de tomar decisiones analicemos y centrémonos que en todos los lugares hemos dejado migajas de nuestro datos e información de manera voluntaria. No podemos satanizar a WhatsApp, pero debemos de ser conscientes de lo que estamos dejando en el mundo digital”, concluyó.