Alrededor de 350 trabajadores de Rectoría General y del Sindicato Único de Trabajadores Administrativos (SUTUdeG), realizaron un performance frente al edificio de Rectoría General de la UdeG, para exigir la liberación de tres estudiantes de esta Casa de Estudio, a quienes se les acusa de despojo por manifestarse en contra de la construcción de edificios en un espacio destinado a un parque público.
Por la Redacción
Los trabajadores se congregaron a mediodía en avenida Juárez, a donde fueron convocados con cartulinas blancas para formar la palabra “Libertad”, luego de que el Rector General, doctor Ricardo Villanueva Lomelí, diera una sesión informativa en el Paraninfo Enrique Díaz de León para contextualizar sobre el caso.
“Tendremos un diálogo con todos los universitarios para informar por qué declaramos esta emergencia; estamos obligados a informar a toda nuestra comunidad sobre la decisión que tomó nuestro Consejo General Universitario y hasta ahorita, lo único que ha avanzado es la dignidad, la conciencia, y esperemos que eso dé frutos mañana”, declaró el Rector General previo a la sesión informativa.
Este martes 10 de enero se cumplen las 144 horas que permite el Código Nacional de Procedimientos Penales para desahogar la audiencia en el Penal de Puente Grande, donde el pasado jueves se les dictó prisión preventiva oficiosa a los estudiantes Javier Armenta, Iván Cisneros y José Rojas.
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Detuvieron a tres estudiantes
Los estudiantes fueron citados a comparecer luego de ser acusados de despojo tras acampar 140 días en el predio en cuestión. Sin embargo, durante la audiencia los testigos de la defensa aseguraron que los universitarios contaban con armas en su campamento; no obstante, omitieron presentar dichas armas que servirían de prueba.
El Rector General lamentó que a los estudiantes se les haya dictado prisión preventiva oficiosa, y consideró que este es un recurso legal que debe de solicitarse para personas consideradas como delincuentes peligrosos y no para estudiantes que se manifiestan.
“Ese campamento no tenía armas, sólo picos y palas para sembrar árboles; tenían libros, había estudiantes y vecinos con ganas de recuperar un parque”, externó.
