El torneo de Qatar 2022 era el primero que se organizaba en Oriente Medio, el primero que se jugaba en noviembre y diciembre, y el primero de esta envergadura que se celebraba en un espacio geográfico tan reducido. Y aportó un toque de frescura a la venerable y entrañable fiesta del deporte rey.
Por la Redacción
Pero, si bien todas estas novedades ofrecían oportunidades —por ejemplo, que los hinchas pudiesen asistir a varios partidos del Mundial en un solo día—, también acarreaban riesgos claros e innegables.
Gianni Infantino lo admitió a principios de esta semana, cuando confesó que antes del certamen “nos preocupaba tener tantos aficionados de tantos países, al mismo tiempo y en el mismo lugar”.
“En una Copa Mundial normal, tenemos en una ciudad aficionados de dos países, no más”, añadió el presidente de la FIFA. “Aquí tenemos 32 países, además de [los] aficionados de todo el mundo que vienen a disfrutar de la Copa Mundial todos juntos”.
Al tratarse de un país cuya población no llegaba a los 2.9 millones de habitantes y concentrarse todos sus estadios en un radio de 56 kilómetros, surgieron interrogantes lógicos acerca de cómo iban a afrontar Catar y sus infraestructuras semejante afluencia de gente. Otros se preguntaban cómo repercutiría en el desempeño de los jugadores el hecho de que para la mayoría de ellos el torneo se disputase en medio de la temporada nacional, que obligaba inevitablemente a reducir el tiempo de preparación.
Y, como hemos visto, todas esas dudas fueron disipadas por un verdadero maremoto de fútbol fantástico, una organización impecable y un ambiente de amistad y pasión en las calles y en los estadios.
Jürgen Klinsmann lo describió esta semana como “un Mundial organizado a la perfección”, mientras que Infantino no ha sido en absoluto el único en declarar que Catar 2022 es, sencillamente, “el mejor de la historia”.
Y esa misma descripción, como no podía ser de otra manera, se aplica cada vez más a la estrella del torneo. Lionel Messi ya era uno de los principales aspirantes al título de mejor futbolista de todos los tiempos, y lo ha ratificado con un mes realmente magnífico en Qatar.
En el Mundial con más goles de todos los tiempos, los tantos del capitán argentino fueron los más determinantes a la hora de decidir el trofeo. Ni siquiera los adversarios que más apuros causaron a Argentina pudieron privar a este maravilloso jugador de su merecido momento con el premio con el que tanto tiempo llevaba soñando, más que con ningún otro.