El gobierno federal que durante semanas presumió la llegada de equipo médico para atender la emergencia de Covid-19 y luego hizo una distribución en lo oscurito a los Estados, fue exhibido. “Vendió” a los mexicanos un cuento chino, los trajes son una estafa y hoy asegura que se trata de equipo “incautado”, pero el que prometieron simplemente no aparece, nadie lo conoce.
A Jalisco, como Michoacán y otras entidades, apenas les mandaron una mascarilla que cuenta con una normatividad del país de origen, pero no normatividad nacional ni internacional. Tiene fuga por la parte superior y las laterales. No vienen gogles y careta, no obstante que se sabe que el virus tiene una gran afinidad con las mucosas conjuntivas, por donde podría contaminarse. No hay guardapelo.
El equipamiento incluye una bata que no es impermeable, sin protección a nivel de los pies, que deja expuesta la piel y aunque por ahí no penetra el virus, pero es una forma de llevar la contaminación a otro lado.
Además, un par de guantes son delgados, se pueden romper durante la atención de los pacientes y se puede contaminar.
Mientras que el equipo del gobierno estatal está compuesto por una careta, unos goggles de protección, una mascarilla con toda la normatividad internacional y nacional, con grado medio, capaz de proteger de polvos, sustancias orgánicas y gases, etcétera.
Además se contempla un traje tipo overol, impermeable, que evita contacto de gotas con la piel, además de doble guante, para el momento del desvestido porque a nivel internacional ha quedado demostrado que en ese momento es cuando se han contaminado los profesionales de la medicina.
Para la parte baja cuenta con fundas protectoras de zapatos para evitar la contaminación con el calzado y piés.
Además se cuenta con el accesorio de batas impermeables que sustituye al traje en otras acciones.
El Secretario de Salud de Jalisco, Fernando Petersen, explicó en ese sentido que “como el resto de los Estados del país nos dimos cuenta de que ellos (los productos) son de mala calidad, ¿los devolveremos?, la respuesta es por supuesto que no, pero tampoco vamos a dejar que estos equipos sean los que porten nuestros médicos y nuestras enfermeras que están a cargo de los pacientes”.
Un análisis de ambos trajes, sus cualidades y deficiencia, fue hecho por el doctor Miguel Ángel Piña, coordinador general de Salud Pública del Hospital General de Occidente, que tiene años de experiencia.
