La reforma electoral que podría ser aprobada este martes o miércoles en el Senado de la República contiene avances en cuanto a temas como la inclusión de población vulnerable a las candidaturas, como personas con discapacidad y de la diversidad sexual; pero es muy permisiva en cuanto a las libertades que pueden tener los partidos políticos y el financiamiento público al que pueden tener acceso, lo que minaría la confianza de la ciudadanía.