PILAR PORTOCARRERO Todas las mujeres aprendemos a sonreír para que nadie note nuestras tristezas, y al revés de una estriptisera, nos esmeramos en cubrirnos con accesorios quizá para llenar nuestros vacíos y desviar las miradas de nuestros ojos. Usamos una buena cartera que orgullosas mostramos mientras caminamos, sin olvidar la ...