La genética podría desencadenar adicción a estar conectado a Internet y a las redes sociales, una práctica cada vez más común y que es igual de dañina que el apego a las apuestas, el trabajo, el alcohol u otras sustancias nocivas, afirmó el doctor Juan Carlos Salazar Sánchez, académico del Departamento de Biología Celular y Molecular, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG.