La Secretaría de Salud reconoce avance en la estrategia preventiva, aunque la participación ciudadana y la cobertura total siguen siendo retos.
Ante el inicio del temporal de lluvias y el riesgo de nuevos brotes de dengue en Jalisco, la Secretaría de Salud del estado anunció el reforzamiento de las acciones de prevención y control del mosquito Aedes aegypti. Las autoridades aseguran que este año se han logrado avances en la reducción de casos, sin embargo, en varias zonas vulnerables persisten condiciones que favorecen la proliferación del mosquito, lo que mantiene la alerta sanitaria activa.
De acuerdo con Héctor Raúl Pérez Gómez, titular de la dependencia, los esfuerzos de este año han logrado disminuir la proporción de casos probables de dengue. Al cierre de la semana epidemiológica 23, se reportan 787 casos confirmados en la entidad, 23 de ellos graves y, hasta el momento, sin muertes registradas.
A pesar de estos datos, organizaciones comunitarias y vecinos de zonas populares señalan que las jornadas de fumigación y control larvario no siempre alcanzan una cobertura total, especialmente en colonias marginadas donde los criaderos de mosquitos son constantes debido a la falta de infraestructura y servicios básicos.
El presupuesto destinado para las acciones de control del dengue en 2025 asciende a 310 millones de pesos, según datos oficiales. La inversión incluye la contratación de personal brigadista, el aumento de unidades vehiculares y el uso de maquinaria para fumigación. No obstante, expertos en salud pública han advertido que el impacto de estas medidas podría ser limitado si no se mejora la recolección de basura, el acceso al agua potable y las condiciones de vivienda en las zonas de mayor riesgo.
En un recorrido por diversas colonias de la Zona Metropolitana de Guadalajara, vecinos expresaron que, aunque las brigadas han visitado algunas casas, los recorridos no siempre son constantes y, en ocasiones, las visitas se realizan cuando los habitantes no están en casa, lo que reduce la efectividad del control físico de criaderos.
La estrategia estatal se apoya en la campaña “Lava, Tapa, Voltea y Tira”, que busca involucrar a la ciudadanía en la eliminación de objetos que puedan acumular agua. Sin embargo, el llamado a la corresponsabilidad social contrasta con las limitaciones que enfrentan las familias que carecen de condiciones adecuadas para almacenar el agua de forma segura.
Por otro lado, la distribución de peces guppy como método biológico de control larvario se ha implementado en algunas comunidades, pero el acceso a esta alternativa no es igualitario en todas las regiones del estado.
Además, aunque la Secretaría de Salud ha incrementado el número de máquinas para la aplicación de insecticidas, la propia autoridad ha reconocido que esta medida no es una solución definitiva, sino una estrategia de contención ante posibles brotes.
El Consejo Estatal de Salud, que reúne a representantes de los 125 municipios, será convocado próximamente para evaluar los avances y ajustar las acciones, aunque se mantiene la expectativa sobre la capacidad de respuesta de las autoridades locales, especialmente en municipios con recursos limitados.
Las autoridades insisten en que la vigilancia epidemiológica continuará en todo el estado, con más de 18 mil ovitrampas distribuidas en las 13 regiones sanitarias y campañas en medios de comunicación para promover la prevención.
Sin embargo, especialistas consultados subrayan que, aunque la estrategia muestra resultados alentadores en la reducción de casos respecto al año anterior, persiste una brecha entre las acciones institucionales y las condiciones estructurales que permiten que el dengue siga siendo un riesgo cíclico en el estado.