La inaccesibilidad de la vivienda para jóvenes fue el tema central del conversatorio “Vivienda y desigualdad. ¿Los jóvenes no tienen casa porque no quieren?” en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH). Este encuentro reunió a expertos que analizaron cómo la especulación inmobiliaria y la falta de políticas efectivas han dejado a los jóvenes sin opciones para acceder a una vivienda adecuada, obligándolos a trasladarse a las periferias y enfrentar condiciones desfavorables.
El doctor Máximo Ernesto Jaramillo Molina, investigador del CUCSH y coordinador del evento, señaló que la narrativa que acusa a los jóvenes de “no tener vivienda porque no quieren” contribuye a invisibilizar la falta de oportunidades reales y la especulación inmobiliaria que encarece los precios de renta y compra. En su intervención, Jaramillo mencionó que los discursos que sugieren que los jóvenes prefieren gastar en lujos antes que en una vivienda son simplistas y desvinculan la problemática de sus causas estructurales.
Bernardo López, doctorando en Ciencias Sociales del CUCSH, expuso cómo los salarios actuales no alcanzan para cubrir una renta cercana a los lugares de trabajo o estudio, lo que profundiza la desigualdad en el acceso a vivienda digna. López propuso que el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) amplíe sus criterios para que personas sin registro laboral formal puedan también acceder a créditos para vivienda.
Andrés de la Peña, del colectivo ViviendaYa, comentó que el mercado inmobiliario en ciudades como Guadalajara y Monterrey produce vivienda principalmente como inversión, no para cubrir necesidades habitacionales. En este sentido, De la Peña enfatizó la urgencia de crear un abanico de opciones para abordar el problema y diseñar políticas inclusivas que regulen la especulación.
La diputada Mariana Casillas, representante de Tlajomulco, aportó datos preocupantes: alrededor de 77 mil viviendas están deshabitadas en su municipio. Casillas subrayó que esta situación, junto a la falta de seguridad y servicios, convierte a estos espacios en áreas poco atractivas para los jóvenes. La legisladora Mariana Padilla, por su parte, propuso iniciativas que fomenten subsidios para rentas a estudiantes universitarios y la regulación de constructores para mejorar las condiciones de vivienda.
Representantes del Grupo Anti Gentrificación como Samuel Alfaro y Eduardo Esparza subrayaron que el problema habitacional está vinculado a múltiples crisis, como la escasez de servicios básicos, la pérdida de espacios públicos y de recreación, lo cual deteriora el sentido de comunidad. Esparza puntualizó que estos cambios responden a intereses de consumo en lugar de satisfacer la necesidad de espacios para la convivencia social.
El conversatorio concluyó con un llamado a la acción colectiva para visibilizar y transformar las políticas actuales, buscando una mayor equidad en el acceso a la vivienda y revertir el impacto de la especulación inmobiliaria sobre los jóvenes.