Este martes, el béisbol perdió a una de sus figuras más emblemáticas con la muerte de Fernando Valenzuela, histórico lanzador mexicano de los Dodgers de Los Ángeles, a los 63 años. El equipo angelino fue el primero en anunciar la noticia a través de la red social X: “Los Dodgers lamentan el fallecimiento del legendario lanzador Fernando Valenzuela. Fernandomanía por siempre, Fernandomanía forever”, acompañado de una imagen del popular serpentinero zurdo.
La Major League Baseball (MLB) también expresó su pesar: “Nos entristece profundamente enterarnos del fallecimiento del ex gran jugador de los Dodgers, Fernando Valenzuela”, señaló en un comunicado. Valenzuela, nacido el 1 de noviembre de 1960 en Navojoa, Sonora, fue un símbolo del béisbol latinoamericano y un ídolo para los fanáticos de Los Ángeles.
El fallecimiento de Valenzuela se produjo debido a complicaciones hepáticas, las cuales derivaron en un colapso multiorgánico, según fuentes cercanas. Su partida ocurre en un momento crucial para el equipo de sus amores, ya que los Dodgers están a solo días de iniciar la Serie Mundial contra los Yanquis de Nueva York.
Conocido como “El Toro”, Valenzuela fue más que un simple jugador de béisbol: fue un fenómeno cultural. En 1981, a los 20 años, irrumpió en las Grandes Ligas con una temporada de debut impresionante que desató la llamada “Fernandomanía”. Comenzó con una racha invicta de 8-0 y una efectividad de 0.50, finalizando el año con un récord de 13-7. Ese mismo año, lideró la Liga Nacional en diversas categorías, incluidas aperturas (25), juegos completos (11) y blanqueadas (8).
Gracias a su dominio en el montículo, Valenzuela no solo ganó el premio de Novato del Año, sino también el prestigioso Cy Young, un logro sin precedentes para un jugador de su edad. Además, fue pieza clave en el campeonato de Serie Mundial que los Dodgers conquistaron en 1981, registrando marca de 3-1 con una efectividad de 2.21 durante la postemporada.
Durante su carrera de 17 temporadas en las Grandes Ligas, Valenzuela dejó un legado impresionante: 173 victorias, 2,930 entradas lanzadas y 2,074 ponches. Además de su larga estadía con los Dodgers, también jugó con los Padres de San Diego, Angelinos de California, Cardenales de San Luis, Filis de Filadelfia y Orioles de Baltimore.
El año pasado, los Dodgers retiraron el número 34 de Valenzuela, honrando su contribución histórica al equipo y su impacto en la comunidad latina de Los Ángeles. Además de su éxito en el campo, Valenzuela se mantuvo vinculado al equipo como locutor en español durante más de dos décadas.
Valenzuela fue convocado al Juego de Estrellas en seis ocasiones consecutivas entre 1981 y 1986, siendo uno de los mejores lanzadores de su tiempo. En 1986, lideró la Liga Nacional con 21 victorias y lanzó 20 juegos completos, consolidándose como uno de los pitchers más dominantes de la década.
El legado de Fernando Valenzuela trasciende los números y las estadísticas. Su impacto cultural y deportivo quedará grabado en la memoria de los fanáticos del béisbol, especialmente en aquellos que vivieron la “Fernandomanía”. Con su partida, el béisbol latinoamericano y mundial pierde a una de sus leyendas más queridas.