La noche del sábado fue un momento especial para los aficionados al boxeo, cuando el mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez, con 34 años de edad, mostró nuevamente por qué es uno de los mejores del mundo. En una pelea llena de emociones, Álvarez venció al puertorriqueño Édgar Berlanga por decisión unánime, reteniendo sus tres títulos mundiales en la división súper mediana.
Desde el inicio, el ambiente en el ring estaba cargado de tensión y respeto entre ambos boxeadores. El primer asalto fue de estudio, con pocos golpes lanzados, pero fue suficiente para ver que Canelo estaba listo para tomar la iniciativa. Berlanga, por su parte, trataba de mantenerse al ritmo del campeón, sabiendo que tenía una dura tarea por delante.
El momento decisivo
En el tercer asalto, llegó uno de los momentos más memorables de la pelea. Berlanga comenzó con fuerza, lanzando golpes desde la distancia, buscando hacer daño. Sin embargo, en el primer minuto, Canelo conectó un impresionante gancho de izquierda que envió al puertorriqueño a la lona. El estadio estalló en gritos, y parecía que la pelea podía terminar en ese instante.
Pero Berlanga demostró su gran corazón. Se levantó, sacudido pero decidido, y aguantó la ofensiva de Canelo. Aunque estaba en desventaja, el puertorriqueño se mantuvo en pie, recuperándose poco a poco y demostrando que no sería fácil de vencer.
Una batalla de resistencia
A lo largo de los siguientes asaltos, Canelo continuó lanzando golpes con precisión, mientras que Berlanga, con una gran resistencia física, lograba evitar ser derribado nuevamente. A pesar de estar en desventaja en las tarjetas, Berlanga nunca dejó de pelear. Su jab comenzó a marcar diferencia en el séptimo asalto, lo que le permitió ganar algo de terreno.
Aunque algunos cuestionaban la decisión de Canelo de no enfrentarse a otros rivales como David Benavidez, el mexicano cumplió su promesa de darlo todo en el ring. En el octavo asalto, intentó nuevamente derribar a Berlanga, pero el puertorriqueño resistió los embates, defendiendo su invicto con valentía.
El final de una intensa pelea
El décimo asalto estuvo cargado de emociones cuando ambos boxeadores comenzaron a intercambiar palabras en medio de la pelea, lo que aumentó la tensión. Parecía un pleito de barrio, donde ambos dejaban ver su orgullo y deseo de ganar. Sin embargo, Canelo cerró el combate mejor, dominando la corta distancia y asegurando su ventaja en las tarjetas.
Al final de los 12 asaltos, la bravuconería desapareció y ambos guerreros se abrazaron, reconociendo el esfuerzo del otro. Berlanga, aunque perdió su invicto, ganó el respeto de todos por su valentía y determinación.
Con esta victoria, Canelo Álvarez retuvo sus títulos de la Asociación Mundial, la Organización Mundial y el Consejo Mundial de Boxeo. Para los fans del boxeo, fue una pelea inolvidable, llena de momentos emocionantes y una gran demostración de la calidad de ambos peleadores.
Este triunfo reafirma a Canelo como uno de los grandes del boxeo y deja la puerta abierta a futuros desafíos en su brillante carrera.