El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha confirmado su intención de buscar la reelección en las próximas elecciones de noviembre, destacando el respaldo de líderes de la OTAN que, según él, le han instado a permanecer en la contienda para enfrentar al exmandatario Donald Trump. Durante una rueda de prensa muy esperada, Biden subrayó que su candidatura es vista como crucial para vencer a Trump, quien ha sido abiertamente crítico con la OTAN.
“No he tenido ningún aliado europeo que se me acerque y me diga, Joe, no te postules. Lo que les escucho decir es, tienes que ganar”, afirmó Biden, destacando la importancia del apoyo internacional en su campaña. Sin embargo, el evento no estuvo exento de problemas, ya que Biden cometió dos lapsus verbales significativos. Primero, al presentar al presidente ucraniano Volodímir Zelenski, se refirió a él como “presidente Putin”, y luego, durante la rueda de prensa, llamó a la vicepresidenta Kamala Harris “vicepresidente Trump”.
Estos errores fueron rápidamente aprovechados por Trump, quien se burló de Biden en la red social Truth Social, publicando: “Qué gran trabajo, Joe” junto a un video del momento en que Biden confundió a Harris con Trump. Trump también comentó: “El corrupto de Joe tiene un caso grave del síndrome del trastorno Trump”.
A pesar de estos lapsus y las críticas persistentes, Biden se mostró seguro de su capacidad para derrotar a Trump nuevamente. “Le vencí una vez y lo haré otra vez”, declaró con firmeza. Reconoció que hay otros demócratas capaces de ganar a Trump, pero enfatizó que solo se retiraría de la carrera si quedara claro que no puede ganar.
El presidente también intentó despejar las dudas sobre sus motivaciones, asegurando que su campaña no es por ambición personal, sino por un sentido de deber. “No estoy en esto por mi legado. Estoy en esto para completar el trabajo que comencé”, afirmó Biden, enfrentando crecientes llamados de dentro de su partido para que ceda el paso a una generación más joven de líderes.
La rueda de prensa, observada con gran atención, incluyó preguntas de 11 periodistas y cada gesto de Biden fue escrutado minuciosamente, especialmente después de su criticada actuación en el debate del 27 de junio contra Trump. Los líderes de la OTAN presentes en la cumbre en Washington, que celebraba el 75 aniversario de la alianza, también jugaron un papel importante en la narrativa de Biden, quien buscó usar su respaldo para consolidar su posición.
Biden admitió que hay otros demócratas que podrían derrotar a Trump, pero dejó claro que no tiene intención de abandonar la carrera. “No es inusual que haya dudas sobre mi candidatura en este punto de la carrera presidencial”, dijo, reiterando su confianza en una eventual victoria.
Mientras Biden continúa su campaña, la presión dentro de su propio partido sigue aumentando, con legisladores que instan a considerar opciones más jóvenes. En el panorama actual, la capacidad del presidente para superar los lapsus y proyectar una imagen de liderazgo efectivo será crucial para su campaña de reelección, en un momento donde cada movimiento es observado de cerca tanto por sus seguidores como por sus críticos.