Beryl, ahora un huracán de categoría 3, continúa siendo una amenaza significativa para el territorio mexicano. A pesar de una ligera disminución en su intensidad, el huracán sigue representando un peligro considerable debido a sus vientos fuertes y potencial de causar daños catastróficos.
Según el Servicio Meteorológico Nacional de México, el centro de Beryl se encuentra a 175 km al sur-sureste de Barbados y a 3 km al este-sureste de Cancún, Quintana Roo. Con vientos máximos sostenidos de 195 km/h y rachas que podrían alcanzar los 240 km/h, el huracán se desplaza hacia el oeste a una velocidad de 31 km/h. La actualización de las 2 am AST del Centro Nacional de Huracanes indica que los vientos máximos de Beryl son ahora de 190 km/h, manteniéndose como un huracán de categoría 3.
A pesar de esta ligera fluctuación en su intensidad, se esperan daños por viento potencialmente catastróficos en las áreas donde el núcleo de Beryl pase a través de las Islas de Barlovento. Con la llegada de las condiciones de huracán el lunes por la mañana, se anticipa que el mayor riesgo de vientos destructivos afectará a San Vicente y las Granadinas, así como a Granada.
Actualmente, la tormenta se encuentra a 170 km al sureste de Barbados y a 260 km al sureste de Granada. Los vientos huracanados se extienden hasta 50 km desde el centro, mientras que los vientos con fuerza de tormenta tropical alcanzan hasta 185 km.
En Barbados, el Aeropuerto Internacional Grantley Adams ha informado recientemente de una ráfaga de viento de 72 km/h, lo que subraya la fuerza de la tormenta y el impacto que ya está teniendo en la región.
Las autoridades meteorológicas han emitido advertencias y recomendaciones para las zonas afectadas, instando a la población a tomar medidas de precaución y mantenerse informada sobre el avance del huracán. Se espera que Beryl continúe su trayectoria hacia el oeste, acercándose peligrosamente a las costas mexicanas, lo que podría provocar un aumento en las condiciones adversas en el área.
El impacto de Beryl no solo se limita a los fuertes vientos. La tormenta también trae consigo la posibilidad de lluvias intensas, inundaciones y deslizamientos de tierra, especialmente en áreas vulnerables. Las autoridades locales y nacionales están coordinando esfuerzos para garantizar la seguridad de los residentes y minimizar los daños a la infraestructura.
En respuesta a la amenaza que representa Beryl, se han puesto en marcha planes de emergencia en las regiones costeras, y las autoridades están preparadas para evacuar a las poblaciones en riesgo si es necesario. La población se ha mostrado cooperativa, siguiendo las recomendaciones y preparándose para las posibles consecuencias del huracán.
Mientras tanto, los equipos de emergencia y los servicios de rescate permanecen en alerta máxima, listos para responder a cualquier eventualidad que pueda surgir a medida que Beryl se acerque a la costa mexicana. La coordinación entre las diversas agencias gubernamentales y organizaciones de socorro es crucial para enfrentar los desafíos que plantea este poderoso huracán.
Con Beryl avanzando hacia el oeste, México se prepara para enfrentar las posibles consecuencias de uno de los huracanes más poderosos de la temporada. La vigilancia constante y la preparación adecuada serán fundamentales para mitigar el impacto de esta tormenta y proteger a la población afectada.
