En un hito histórico para México, Claudia Sheinbaum, candidata oficialista del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), se convirtió este lunes en la primera mujer en ganar unas elecciones presidenciales en el país. Este logro se dio tras una jornada electoral que superó las altas expectativas del movimiento liderado por el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Sheinbaum, quien fue jefa de Gobierno de Ciudad de México de 2018 a 2023, obtuvo cerca de 35 millones de votos, superando en casi cinco millones los obtenidos por López Obrador en 2018. Según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), Sheinbaum consiguió entre un 58.3% y un 60.7% de los sufragios, alrededor de 30 puntos de ventaja sobre su principal rival, la opositora Xóchitl Gálvez, quien recibió entre 26.6% y 28.6%. En tercer lugar quedó Jorge Álvarez Máynez, quien captó entre 9.9% y 10.8% de los votos.
Este resultado fue incluso mayor al pronosticado por las encuestas, que promediaban 55% de las preferencias para Sheinbaum, un 33% para Gálvez y un 12% para Álvarez Máynez, según datos de la firma Oraculus. “Sobre todo es el reconocimiento del pueblo de México a nuestro proyecto de transformación. Agradezco también porque, por primera vez en 200 años de la República, me convertiré en la primera mujer presidenta de México”, declaró Sheinbaum en su primer mensaje tras los resultados.
El presidente López Obrador calificó el día como “un día de gloria porque el pueblo de México decidió libre y democráticamente que Claudia Sheinbaum se convierta en la primera mujer presidenta”. En un mensaje en video, el mandatario subrayó que Sheinbaum será la primera presidenta de México desde 1824, cuando se estableció la primera república federal con Guadalupe Victoria como primer presidente.
Una mayoría para reformar la Constitución
Sheinbaum no solo recibió las llaves del Palacio Nacional, sino que su coalición, compuesta por Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Verde Ecologista de México (PVEM), ganó la mayoría de dos tercios en la Cámara de Diputados y, posiblemente, en el Senado, lo que les permitiría reformar la Constitución. Esto abre la puerta a cambios constitucionales propuestos por López Obrador, como la militarización de la Guardia Nacional, una reforma al sistema electoral y la elección por voto popular de jueces e integrantes de la Suprema Corte.
“Quiero agradecer a millones de mexicanas y mexicanos que decidieron votar por nosotros en esta histórica jornada para avanzar con la cuarta transformación de la vida pública de nuestro país”, manifestó Sheinbaum.
El oficialismo también logró mantener su bastión político en Ciudad de México, donde Clara Brugada obtuvo una ventaja de cerca de 10 puntos sobre el opositor Santiago Taboada, a pesar de que las encuestas preveían una contienda más cerrada. Mario Delgado, dirigente de Morena, vislumbró posibilidades de triunfo en otros ocho gobiernos estatales en disputa. “Estamos llevándonos carro completo en estas elecciones”, declaró Delgado.
De no gobernar en ningún estado antes de la elección de 2018, Morena ahora controla 21 entidades, más otras dos de sus aliados: el PVEM en San Luis Potosí y el Partido Encuentro Social (PES) en Morelos. Este resultado se perfila como el mejor en la historia de Morena, en las elecciones más grandes del país, donde más de 98 millones de votantes renovaron más de 20,000 cargos, incluyendo la presidencia, 128 senadores, 500 diputados y nueve gobiernos estatales.
A pesar de una actitud desafiante inicial, en la que denunció que “escondían” los votos, Gálvez reconoció el triunfo de Sheinbaum. No obstante, advirtió que le exigirá resultados. “Le exigiremos que cumpla con sus promesas y que trabaje para todos los mexicanos”, afirmó Gálvez.
Con esta victoria, Sheinbaum no solo marca un hito en la historia de México, sino que también se enfrenta al desafío de consolidar y avanzar el proyecto de la cuarta transformación iniciado por López Obrador. La expectativa es alta, y los próximos meses serán cruciales para definir el rumbo del país bajo su liderazgo.