Este fin de semana, las calles y plazas de todo México se tiñeron de rosa en una multitudinaria demostración de apoyo a Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata a la Presidencia por la coalición “Fuerza y Corazón por México”. El evento, conocido como la “Marea Rosa”, culminó en un acto masivo en el Zócalo de la Ciudad de México, donde Gálvez dirigió un apasionado discurso ante miles de simpatizantes.
La concentración se llevó a cabo simultáneamente en todos los estados del país, evidenciando un amplio respaldo ciudadano. En la capital, el Zócalo se convirtió en un mar de pancartas, banderas y corazones rosados, símbolo de la campaña de Gálvez. Al subir al escenario, Gálvez fue recibida con vítores y aplausos que resonaban en cada rincón de la histórica plaza.
El discurso de Xóchitl Gálvez Ruiz
“Ciudadanas y ciudadanos libres,” inició Gálvez, visiblemente emocionada. “Gracias por defender la democracia. Gracias por defender el voto libre. Ustedes son lo mejor que tiene México. Han levantado la voz contra el autoritarismo y la mentira. Han pintado a México de rosa y renovado nuestra esperanza. Gracias de todo corazón, por su apoyo.”
El entusiasmo de la multitud era palpable. Con firmeza, Gálvez continuó: “Estamos aquí, los ciudadanos de la sociedad civil, codo a codo, con los simpatizantes del PRI, del PAN y del PRD. Estamos defendiendo principios que nos unen, por encima de cualquier división, de partido o ideología.”
Recordando la histórica frase del General Miguel Negrete en la Batalla de Puebla, Gálvez exclamó: “¡Antes que partido, tengo Patria!” La frase fue repetida con fervor por los asistentes, quienes también corearon: “¡México es primero!”
Un llamado a la unidad y la defensa de valores fundamentales
Gálvez reiteró su compromiso con tres valores fundamentales: Vida, Verdad y Libertad. “He recorrido el país. He sentido el dolor y la desesperanza de la gente,” afirmó, destacando su conexión con diversas comunidades y sectores que han sido afectados en los últimos años. Desde mujeres y jóvenes hasta personas con discapacidad y campesinos, Gálvez expresó su solidaridad y apoyo.
El discurso incluyó un emotivo reconocimiento a los maestros, médicos, y trabajadores esenciales. También destacó la lucha de las feministas y la comunidad LGBTIQ+ por la igualdad y el fin de la discriminación, recibiendo una respuesta entusiasta del público.
Un mensaje de esperanza y renovación
Gálvez enfatizó la importancia de ganar no solo por el poder, sino para servir al país. “Vamos a ganar para dar, no para recibir. Para compartir, no para arrebatar. Para servir, no para servirnos,” proclamó, recibiendo aplausos y vítores. “Vamos a ganar para unir, no para dividir. Para sanar, no para lastimar.”
La candidata también hizo un llamado a votar con convicción y propósito, asegurando que su campaña busca traer salud, amor y esperanza al país. “Vamos a votar para derrotar la muerte, la mentira y el miedo. Y lograr que triunfen la vida, la verdad y la libertad.”
Reacciones y el futuro de la campaña
El discurso de Gálvez resonó profundamente con los asistentes, quienes corearon “¡Presidenta!” y “¡Sí se pudo!” al finalizar el evento. La Marea Rosa ha demostrado ser una poderosa fuerza de movilización y apoyo popular, consolidando a Gálvez como una figura central en la contienda presidencial.
Analistas políticos señalan que la capacidad de Gálvez para unir a diferentes sectores y partidos bajo un mismo ideal de democracia y libertad podría ser determinante en las elecciones. Su enfoque en la inclusión y la justicia social ha atraído a un amplio espectro de votantes, y la energía positiva de la Marea Rosa sugiere un fuerte impulso hacia el día de las elecciones.
Mientras tanto, la campaña de Gálvez continuará recorriendo el país, llevando su mensaje de esperanza y unidad a cada rincón de México. La candidata ha prometido no descansar hasta asegurar que cada mexicano tenga la oportunidad de vivir en un país libre, justo y próspero. “¡Vamos adelante! ¡Vamos sin miedo, mujeres y hombres libres! ¡Vamos por la victoria!” concluyó, desatando una ola de aplausos y gritos de apoyo que cerraron una jornada histórica.