La madrugada del domingo, la calma nocturna en Jerusalén fue interrumpida por estallidos y sirenas antiaéreas que resonaron en la ciudad, anunciando un ataque sin precedentes por parte de Irán hacia Israel. Docenas de drones y misiles balísticos y de crucero fueron lanzados en una misión de represalia, acercando a Oriente Medio aún más a una posible guerra regional.
Este ataque marca la primera ofensiva militar directa a gran escala de Irán contra Israel, en medio de décadas de enemistad que se remontan a la Revolución Islámica de 1979 en el país. La condena internacional no tardó en llegar: Francia declaró que “Irán ha cruzado un nuevo umbral con respecto a sus actividades desestabilizadoras y corre el riesgo de una posible escalada militar”, mientras que el Reino Unido calificó los ataques de “imprudentes” y Alemania instó a Irán y sus aliados a “detenerlo de inmediato”.
El portavoz del ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari, informó que Irán disparó decenas de drones y misiles, la mayoría interceptados fuera de las fronteras de Israel. Aunque algunos impactaron en suelo israelí, las fuerzas de defensa lograron derribar la mayoría de ellos. Sin embargo, un ataque causó heridas graves a una niña de 7 años en un poblado árabe beduino del sur de Israel, mientras que otro misil causó daños leves en una base militar.
“Afrontamos una escalada importante”, afirmó Hagari, añadiendo que Israel tomará todas las medidas necesarias para proteger su seguridad. Mientras tanto, las fuerzas estadounidenses también intervinieron, derribando algunos de los drones lanzados por Irán hacia Israel. El presidente estadounidense, Joe Biden, mantuvo una conversación con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aunque no se revelaron detalles sobre su diálogo.
El ataque iraní fue una respuesta al incidente del 1 de abril en Siria, donde murieron dos generales iraníes en un ataque aéreo. Irán acusó a Israel de estar detrás del ataque, pero el gobierno israelí no ha comentado sobre el incidente. Desde entonces, las tensiones entre Israel e Irán han ido en aumento, especialmente durante los seis meses de guerra entre Israel y los milicianos de Hamás en la Franja de Gaza.
La guerra estalló tras un ataque transfronterizo el 7 de octubre, atribuido a grupos milicianos respaldados por Irán, que dejó un saldo de 1.200 muertos y 250 secuestrados en Israel. La respuesta israelí en Gaza ha sido devastadora, con más de 33.000 muertos, según autoridades locales.
En medio de esta escalada de tensiones, la región enfrenta un panorama cada vez más sombrío, con el riesgo latente de un conflicto regional de proporciones catastróficas. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación y hace un llamado a la calma y a la búsqueda de soluciones diplomáticas para evitar una escalada aún mayor en este volátil rincón del mundo.