Por Iván Alatorre Orozco
En los abismos oscuros de mi ser,
donde el vacío existencial se cierne,
un poema sombrío he de componer,
que aterre al corazón y lo desgarre.
.
En la oscura noche de mi desdicha,
me encuentro perdido, sin rumbo fijo,
la angustia en mí es lamento que ríe,
en un mar donde naufrago sin abrigo.
.
Mis pensamientos son sombras perdidas,
en el abismo de un silencio eterno,
desconcertante bruma que se avecina,
me arrastra y me hunde en el infierno.
.
En este vacío no encuentro consuelo,
la existencia flota en sangriento viento,
y el alma se desgarra como un velo.
.
Angustia y desesperanza son mi abrigo,
violento susurro que desmoraliza,
la tristeza invade mi ser contundente,
y mi espíritu en sombras se paraliza.
.
El tiempo avanza sin sentido alguno,
cual espejismo que se desvanece,
y entre mis manos se deshace impune,
difuminándose en la nada infinita.
.
En la inmensidad de este vacío negro,
mi ser se entrelaza en la soledad,
y el eco de mi voz se pierde, ciego,
en desesperación y vanidad.
.
En este poema sombrío, revelo,
la muerte que en vida me ha consumido.
.
Soy solo un ser sin razón ni sentido,
destinado a vagar por entre sombras,
un espectro en el abismo más profundo,
envuelto en la tristeza que me nombra.
.
Vacío existencial que carcome mi esencia,
me sumerjo en tus aguas desoladas,
y en cada verso oscuro y sin clemencia,
mi corazón se angustia y se desangra.
.
Hoy reflejo el abismo de mi desesperanza,
y en cada palabra violenta y contundente,
expreso la devastación de mi existencia,
que, en no pocas ocasiones,
sin yo poder comprenderlo,
se pone de pie, y canta, y danza.
.
En este abismo de dolor y perdición,
la vida se disuelve en sombras encarnadas,
y el eco siniestro se convierte en canción,
mientras mi alma parece desvanecerse en llamas.
.
En el último suspiro, me entrego a la oscuridad,
donde el vacío existencial se vuelve mi prisión,
mi mente se desintegra en un último claroscuro,
y así, en silencio eterno, termina mi canción.
Iván Alatorre Orozco
28-enero-2024