Un grupo de terroristas armados irrumpió en el canal de televisión TC, en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, durante una transmisión en vivo el martes 9 de enero. Los atacantes, que vestían de negro y estaban encapuchados, obligaron a los periodistas y personal técnico a bajar al piso y los mantuvieron como rehenes durante más de dos horas.
El ataque, que fue transmitido en vivo por el canal, comenzó alrededor de las 10:00 de la mañana. Los atacantes entraron al canal y se dirigieron al estudio donde se estaba transmitiendo un programa de noticias. Allí, obligaron a los periodistas a bajar al piso y los obligaron a arrodillarse.
Los atacantes luego se dirigieron a la sala de control y obligaron al personal técnico a detener la transmisión. También robaron equipos y archivos del canal.
Durante el ataque, los atacantes lanzaron amenazas y exigieron la liberación de un grupo de presos que están detenidos por delitos relacionados con el narcotráfico.
La Policía Nacional llegó al canal poco después del ataque y comenzó a negociar con los atacantes. Después de más de dos horas, los atacantes finalmente liberaron a los rehenes y se entregaron a la policía.
Ningún herido
Ningún periodista o personal técnico resultó herido durante el ataque. Sin embargo, el canal sufrió daños materiales significativos.
El ataque fue condenado por el gobierno ecuatoriano y por las organizaciones de derechos humanos. El presidente Daniel Noboa calificó el ataque como un “acto de terrorismo” y prometió que los responsables serían llevados ante la justicia.
El contexto de la inseguridad en Ecuador
El ataque al canal TC se produce en un contexto de creciente inseguridad en Ecuador. En los últimos años, el país ha experimentado un aumento de la violencia, el crimen organizado y la corrupción.
Según datos del Ministerio del Interior, la tasa de homicidios en Ecuador ha aumentado un 60% en los últimos tres años. En 2023, se registraron más de 7.000 homicidios, lo que convierte a Ecuador en el tercer país más violento de Sudamérica, solo por detrás de Venezuela y Colombia.
La violencia también se ha extendido a otros delitos, como los robos, las extorsiones y los secuestros. En 2023, se registraron más de 100.000 robos, un aumento del 30% respecto al año anterior. Las extorsiones también han aumentado, con un incremento del 200% en los últimos tres años.
El narcotráfico es otro factor que contribuye a la inseguridad en Ecuador. El país se ha convertido en un importante punto de tránsito de drogas hacia los Estados Unidos y Europa. El crimen organizado, que controla el narcotráfico, es responsable de una gran parte de la violencia en el país.
La corrupción también es un problema que agrava la inseguridad. La Policía Nacional y las instituciones del Estado están infiltradas por el crimen organizado. Esto dificulta la lucha contra la delincuencia y la impunidad es la norma.
El reto de la seguridad
El gobierno ecuatoriano ha tomado algunas medidas para combatir la inseguridad, pero estas han sido insuficientes. El estado de excepción, decretado en 2021, ha permitido la detención de miles de delincuentes, pero la violencia no ha disminuido.
El próximo gobierno, que asumirá el cargo el 24 de mayo de 2024, tendrá que enfrentar un reto enorme para resolver la crisis de seguridad en Ecuador. Las propuestas de los candidatos presidenciales se centran en la necesidad de fortalecer la Policía Nacional, mejorar la coordinación entre las instituciones del Estado y combatir la corrupción.
Sin embargo, los expertos coinciden en que la solución a la crisis de seguridad en Ecuador requiere un enfoque integral que aborde las causas profundas del problema. Esto incluye la reducción de la pobreza y la desigualdad, la creación de oportunidades para los jóvenes y la promoción de la educación y la cultura.
