El problema recurrente de inundaciones en la ciudad de Guadalajara ha generado un fuerte debate público, con acusaciones hacia el gobierno de Pablo Lemus y sus predecesores del Movimiento Ciudadano. Los daños causados anualmente en viviendas y vehículos han llevado a denuncias y críticas de la comunidad tapatía.
El Dr. Carlos Lomelí Bolaños, quien actualmente es una figura destacada en la oposición, ha recordado las promesas realizadas por el actual Gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, así como por el propio Primer Edil, Pablo Lemus, quienes habían prometido resolver esta problemática en el pasado. Lomelí Bolaños subrayó que las declaraciones de Lemus, culpando a los ciudadanos por arrojar basura en las calles, no resuelven la raíz del problema.
A pesar de los 36 millones de pesos invertidos por la administración actual en obras de desazolve, contratadas a empresas privadas, las inundaciones persisten, como quedó demostrado recientemente con las fuertes lluvias que afectaron algunas zonas del sur de la ciudad. Ciudadanos de estas áreas han expresado que nunca vieron trabajos de desazolve, lo que plantea dudas sobre la eficacia y transparencia de las obras ejecutadas.
Lomelí Bolaños destacó que, en lugar de soluciones reales, el gobierno municipal ha optado por acciones superficiales, como la entrega de cheques a los afectados por las inundaciones en El Deán. Esto, según él, podría ser visto como una estrategia electoral en lugar de una respuesta efectiva a una problemática que se repite año tras año.
El Coordinador de los Regidores de Morena de Guadalajara lamentó que el gobierno municipal priorice la inversión en proyectos y obras de menor relevancia en lugar de abordar la infraestructura necesaria para prevenir las inundaciones. Señaló que la administración parece preferir gastar en “suavicremas”, carruseles y patrullas a precios inflados en lugar de abordar las necesidades críticas de la ciudad.
Finalmente, Lomelí Bolaños instó al Primer Edil a salir de su “burbuja” y enfrentar de manera directa las necesidades y problemas reales de la ciudadanía afectada por las inundaciones. Criticó su preferencia por reunirse con desarrolladores inmobiliarios en lugar de atender a los damnificados, afirmando que es necesario un enfoque más centrado en la gestión y el gobierno efectivo.
