Por Iván Alatorre Orozco
No te conozco
Pero en verdad te quiero
Me asusta y emociona este sentimiento
Y es que en ti no sólo me pierdo y me encuentro
Sino que, por fin, en la proyección del espejo, me reconozco.
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Las palabras entran y salen de mi
Caen a través de mí
Y siempre logran confundirme
Logran engañarme con lo que siempre temí
Al no permitirme reaccionar
Para ser digno de ti
Al ser la mejor versión de mí mismo al construirme.
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Yo que estoy acostumbrado a jugar
Contigo me doy cuenta de que los juegos de dos se suman
Para eso deben de estar destinados
Para que juntos jamás se consuman
Jugando como dos enamorados.
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No soy un hombre sencillo
Soy como un barco que se hunde
Y solamente tú puedes salvarlo y llevar a buen puerto
Mi hogar será tu corazón
Donde no existirá más el brutal desconcierto.
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Confía en mí
Aún hay tiempo
Solo levanta tu entrañable voz
Que junto a tu sonrisa
Nos transportará al más hermoso campo
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Tú tienes la opción
Sin darte cuenta, lo has hecho ya
Cerrando tus ojos, cayendo lentamente, como una pluma
No tienen desilusión
Porque estando cerrados
con apenas conocerme
encontrarás en ellos hacia ti mi adoración.
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Yo solo no podré lograrlo
Mis estados de ánimo me esclavizan
Y me eliminan la posibilidad de remendarlo.
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Estuve cubierto de oscuridad
Y sé que tú también has sufrido bastante
Que fuiste el principal enemigo de tu felicidad
Y es hora de que ganemos los dos
Para darle su lugar a lo realmente importante.
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Canta como sólo tú sabes hacerlo
Con el alma y el corazón expuestos
Esa es tu pócima, tu magia y tu escudo
Que sin excepción a todo logra vencerlo.
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Y tomados de la mano
Caeremos lentamente como dos plumas
Bajo el cobijo de la luz del mediodía
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Y cantaremos juntos
Y beberemos la pócima que destruirá la monotonía
Mientras la magia de tu voz y ternura
Nos recordará que nuestras vidas
Mientras estemos juntos, se amarán como si fuera el último de los días
