Por Jaime Aldrete
En la bella “Perla Tapatía”, enclavado en el corazón de la ciudad, se encuentra ubicado el bello Palacio de Gobierno, un edificio con historia y tradición que alberga un mural por demás icónico del gran pintor mexicano y jalisciense José Clemente Orozco.
En tiempos pasados se podía entrar por sus puertas y conocer el interior del edificio y podía la comunidad tomarse fotos y conocer los hechos históricos que acontecieron ahí, hoy desgraciadamente se encuentra rodeado por una cerca metálica que impide el paso a la gran mayoría.
Un palacio amurallado ¿porqué?
¿Será que el inquilino en turno que se llama Enrique Alfaro Ramírez le teme al pueblo a ese pueblo al que inunda con publicidad mediática en redes y prensa auto felicitándose por su buen gobierno y excelentísimas políticas públicas, pudiera ser pero tal vez el gobernador tiene miedo a la delincuencia organizada o tal vez se esconda de los cobradores de Coppel?
La realidad es más sencilla de lo que parece la cantidad de manifestaciones en respuesta a su desastroso sexenio obligó al gobierno a resguardarse y atrincherarse detrás de la muralla y de las puertas de Palacio de Gobierno.
¡Un cacique arrodillado en un palacio amurallado podría ser lo único real que trajo el sexenio de la refundación!
O podría ser la imagen perfecta del secuestro de las instituciones como el congreso estatal que se encuentra siempre enrejado y que se somete al capricho y antojo del gobernador una cárcel para diputados desde donde se atraca con una facilidad inaudita a un pueblo al que solo ven con signos de pesos sin importar ni procurar las más básicas necesidades de la sociedad.
Separar las protestas escondiéndose en bunker amurallados solo exhiben la forma de hacer política de un gobernador que solo busco el nombramiento y el poder, tal vez sea el gobernador más repudiado en la historia de Jalisco, pero seguro que si es el más alejado!
¿Será posible que en las próximas elecciones en plena campaña se retiren las murallas prometiendo como siempre un gobierno de puertas abiertas?
¿Harán esta vez la aclaración que esas puertas tienen llaves que se abren con dinero y corrupción y solo unos pocos muy pocos tienen la entrada disponible?
Por lo pronto si no eres de esta ciudad puedes llevarte una bonita postal del palacio amurallado; si por el contrario eres jalisciense, entérate tenemos un cacique arrodillado.
*Colaboración especial