Por la Redacción
La situación del Estado cultural mexicano es de ruina, ya que no sólo no se ha rescatado algo de lo perdido en el año 2020; al contrario, se le ha recortado lo poco que quedaba, y así como en la literatura, lo mismo pasa con el teatro, donde no se ha destinado ni un peso para rescatar a los proyectos independientes; el cine ha caído en un barranco de inactividad, mientras que la danza y la música agonizan.
Esto lo expresó el escritor Rafael Pérez Gay al impartir la conferencia “¿Por qué leer?”, que inauguró el sexto Festival Literario, coorganizado por el Programa Universitario de Fomento de la Lectura “Letras para Volar” y las cátedras de Arte, Poética y Literatura Fernando del Paso y de Poesía y Periodismo Cultural Hugo Gutiérrez Vega, de la UdeG.
“La Secretaria de Cultura federal se ha dedicado a adoctrinar mediante un proyecto llamado ‘Semilleros’; el nombre de Frausto no significa nada, porque no tiene una sola idea que defina su gestión; Taibo se dedica a editar folletos baratos bajo el sello del Fondo de Cultura Económica (FCE) sin ton ni son, igual un autor del siglo XIX que del XX; vacían las bodegas y ofrecen esta ocurrencia, que no es mala como un plan editorial, en eso terminó la casa editora más importante de México, cuya misión durante años consistió en difundir el conocimiento, para no hablar de la tradición literaria mexicana, que ocupó sus planes editoriales”, expresó Pérez Gay.
Dijo que si el trabajo de una Secretaria de Cultura es conservar el patrimonio cultural de un país, este encargo ha sido un fracaso rotundo, y lo será aún peor, ya que la política cultural ha pasado de la cantaleta de no hay dinero y somos austeros, al sonsonete de quítenles dinero y hagan cosas para el pueblo.
“El gobierno federal usa la televisión pública para hacer propaganda y no para ofrecer programas culturales, y los amigos del presidente se han repartido emisiones descaradamente. El FCE ha sido un fracaso comercial, ideológico y editorial; la dirección de bibliotecas ha dejado de existir, estos burócratas culturales viven y cobran de lo que hicieron sus antecesores”, subrayó.
Pérez Gay añadió que si a esto le sumamos el escandaloso proyecto de Chapultepec, la cosa es para darse de topes: donde los mil 800 millones de pesos destinados el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador para hacer un bosque, que ya existe, los hubieran reactivado al sector cultural que arrasó la pandemia.
Recordó sus inicios en la lectura y su acercamiento a Rayuela, de Julio Cortázar, que leyó al menos tres veces en los años 70; páginas con las que sintió por primera vez, con toda seriedad, que la literatura podía conectarse directamente a la vida de todos los días y que a través de la lectura podría lograrse el módico prodigio de volvernos más aptos para la vida misma.
“Sin saberlo, aunque lo sabía, aprendí en esa novela mis primeros conocimientos de modernismo; me refiero a la ruptura de las formas novelísticas, al privilegio del juego, del azar como propuesta estética; al humor, a los rituales y a la desesperación que nada dura y al final todo se pierde”, dijo.
Celebró la distinción que la Unesco le otorgó a la ciudad de Guadalajara como Capital Mundial del Libro 2022, ya que consideró que no es poca cosa en estos días, en los cuales se viven tiempos oscuros para la ciencia y la cultura.
“La UdeG y la Feria Internacional del Libro han defendido dos valores sin los cuales la casa queda a oscuras: la libertad y la imaginación, de eso tratan los libros, sea cual sea su trama interior”, concluyó.
El responsable de la Cátedra de Poesía y Periodismo Cultural Hugo Gutiérrez Vega, Jorge Souza, declaró que a lo largo de seis días de actividades se tendrá la oportunidad de escuchar a ensayistas, narradores, periodistas y poetas, ofreciendo fragmentos de su obra o reflexionando sobre aspectos de la lectura, la escritura y la literalidad.
“Si, como dicen los lingüistas, el lenguaje es mucho más que un inventario léxico, una especie de instructivo para construir nuestra representación conceptual del mundo que habitamos; entonces, la lectura y la escritura, ejes fundamentales de la literacidad, constituyen puertas que se abren ante nuestra mirada para acceder a la posibilidad de integrar en esta conceptualización de la existencia nuevas formas de enriquecer la vida y de vivirla”, apuntó.
El Festival Literario es un espacio en el que escritores, poetas, narradores y promotores de la lectura comparten sus letras buscando mejorar el gusto por la lectura. Tendrá lugar del 25 al 30 de abril de 2022 en las instalaciones del Paraninfo Enrique Díaz de León, la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz, el Edificio Arroniz y la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola.
Las temáticas versarán en torno a: ¿Por qué leer y escribir?; Los libros leídos y escritos; La lectura y la cultura de paz; La literatura infantil para la cohesión social y, La conexión intergeneracional.
