Por la Redacción
El veneno de abeja puede curar diversos padecimientos como el acné severo, las várices y hasta disminuir los efectos del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) Sida, afirmó el investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), de la Universidad de Guadalajara, maestro Sergio Álvarez Barajas.
El académico del Departamento de Biología Celular y Molecular, con más de 20 años en el estudio de las abejas, encabezó un estudio en el que aplicaron veneno de abeja a jóvenes estudiantes con acné severo en el rostro, con la intención de disminuir los procesos inflamatorios, destruir la grasa y ayudar a restaurar la piel.
Los investigadores extrajeron la apitoxina del aguijón de la abeja y lo punzaron en el rostro de los participantes entre 50 a 100 veces, inyectando de esta manera natural las microdosis.
Tras ocho semanas de inyectar el veneno en las zonas con acné, 90 por ciento de las personas presentaban una regeneración casi total de la piel, gracias a una enzima llamada hialuronidasa, que promueve la replicación celular para el restablecimiento de la piel, explicó Álvarez Barajas.
Además de eliminar la grasa, este antídoto aporta hidratación a la piel, rellena las pequeñas arrugas y líneas de expresión que existen y da un aspecto más terso al rostro, añadió.
Eliminación de várices
Otra de las investigaciones realizadas por Álvarez Barajas consistió en aplicar el veneno de abeja a personas adultas con várices en piernas, quienes después de cuatro semanas lograron restablecer la circulación sanguínea sin dolor, además de que el color oscuro de las venas desapareció.
Esto es posible debido a que el veneno contiene una sustancia llamada melitina hasta en 60 por ciento, que provoca la destrucción total de los ácidos grasos adheridos en las venas y que reducen el buen tránsito de la sangre sin dejar residuos que provocarían una trombosis.
Precisó que todos los animales que conocemos que pueden morder e introducir veneno al cuerpo humano tienen concentraciones altas de melitina y más de 80 por ciento de fosfolipasa, la sustancia que destruye los glóbulos rojos y blancos y provoca la muerte, pero las abejas son las que tienen más concentración de melitina (65 por ciento) y la más baja de fosfolipasa (menos de 1 por ciento), “de ahí sus grandes beneficios”.
Además de estas propiedades, la apitoxina contiene dopamina y adolapina, muy eficaces para calmar el dolor y desinflamar cuando entran al torrente sanguíneo.
Luchar contra VIH
Los estudios realizados desde 2015 por el equipo de Álvarez Barajas entre personas con VIH han dado resultados preliminares alentadores. Hasta ahora han comprobado que la aplicación de veneno de abeja aumenta la producción de los linfocitos CD4 (que son atacados por la enfermedad) hasta mil unidades, es decir 33 veces más que sin el tratamiento.
“Ellos tenían CD4 en sangre de 50 o 30 y veíamos que entre tres y seis meses la producción de los CD4 se iba a de 500, 800 o mil, mientras que las células CD8 (consideradas como indicadores de control de la enfermedad) que estaban disparados a 200 o 300 bajaban a su número normal, que son entre 50 y 100, y eso nos permitió saber que el veneno de abeja estaba actuando sobre los virus”, dijo.
El investigador precisó que este conteo tiene un impacto en la apariencia física y el ánimo de los pacientes, ya que su sistema inmune mejoraba de manera considerable.
Precisó que aunque han tenido avances óptimos, no significa que este tratamiento sea una cura o una vacuna, pues aún deben profundizar en esta investigación y conocer posibles efectos positivos y negativos para las personas enfermas de VIH.
El especialista afirmó que todas las personas pueden someterse a este tipo de tratamientos alternativos a la medicina tradicional, aunque antes deben de someterse a pruebas para descartar que sean alérgicos al veneno de abeja.
Los resultados y conclusiones de estos estudios fueron compilados en el libro Abejas. Pequeñas grandes productoras de salud. Entre la vida y la muerte, editado por el CUCBA y que puede ser descargado de manera gratuita.