“La literatura, arma para abatir el miedo”, John Boyne
Por la Redacción
El escritor irlandés y el novelista mexicano Benito Taibo inauguraron las sesiones del Festival de las Letras Europeas en la FIL Guadalajara
El novelista irlandés John Boyne ha trabajado desde hace más de 21 años. Cuenta que el personaje principal de su novela El niño con el pijama de rayas es el reflejo de sí mismo, y por lo mismo conocía a Bruno en su totalidad.
Sabía reconocerlo en una imagen nítida: platicado con el niño judío que vivía dentro del campo de concentración nazi. Al igual que Bruno, John Boyne creció ignorando a los que llama monstruos de la realidad. Una de las noticias más estremecedoras dentro de la historia conservadora irlandesa fue la del abuso sexual infantil a manos de sacerdotes de la Iglesia católica; y John Boyne creció justo en medio del conflicto, estudiando en una escuela católica, donde también fue abusado. Su único escudo entonces fue un libro que llevaba siempre consigo: La isla del tesoro. Al igual que Bruno, todo el tiempo, la literatura es un refugio en un mundo de monstruos.
“En la fantasía se encuentran las armas para afrontar la realidad”, señaló Benito Taibo en el arranque de la primera mesa del Festival de las Letras Europeas en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara durante la edición 35.
Tanto Benito como John asistieron de manera presencial a la inauguración de la décima edición del Festival. Tras hablar un poco de los monstruos de John, Benito le preguntó: “¿Qué armas utilizas en tu literatura?”. El autor irlandés respondió que primero se había alejado de cualquier referencia de su vida privada, narrando sus historias desde lo ajeno. Hasta que, tras muchos años, comenzó una novela que hablara sobre su ciudad natal, Dublín.
Y entonces pudo narrar desde su experiencia. Abusado durante su infancia, John Boyne vivió lleno de ira durante la mayor parte de su vida, rehusándose a escribir desde su experiencia. Cuando por fin logró purgar estos sentimientos, dijo, escribió Las huellas del silencio, libro en el que rememora su infancia desde la perspectiva de un sacerdote anciano que recuerda cómo sus colegas abusaban de los niños que asistían al recinto, y él no hacía nada. Al hacerlo, utilizó un tema filosófico recurrente dentro de sus obras: la culpa y la responsabilidad que corresponde a cualquiera involucrado en un crimen.
El escritor hizo referencia “al miedo que se le tiene a una autoridad con uniforme”, y explicó que la simbología del uniforme inculca un miedo enorme, sobre todo en la fuerte cultura conservadora que se vive en Irlanda. Sin embargo, John Boyne tiene un profundo amor a su país. En Dublín, al igual que su niño interior adentrado en el mundo de los libros, se siente seguro.
John Boyne compartió con los lectores que trabaja de forma meticulosa en todas sus novelas, en completo orden: el desorden no puede ser parte de su trabajo. Confesó que es tan ordenado que en su librería ordena sus libros por género y en orden geográfico; después por autor en orden alfabético y luego por título en orden cronológico, con lo que Benito Taibo terminó la mesa sugiriendo que no visitará su biblioteca, porque no quiere “sufrir un infarto”.