Mujeres latinoamericanas destinan más tiempo que los varones en el cuidado de la infancia
Por la Redacción
Las mujeres destinan, aproximadamente, dos tercera partes de su tiempo a las tareas del cuidado y una tercera parte a tareas asociadas a lo productivo, mientras que los varones destinan un tercio del tiempo al trabajo no remunerado, es decir a las tareas de cuidado, y dos tercios a las actividades productivas en América y El Caribe, afirmó la Secretaria Ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), doctora Karina Batthyány.
“Y si nos centramos en actividades específicas como cuidado infantil, podemos decir que en términos generales en los países de América Latina las mujeres destinamos más del doble del tiempo que los varones al cuidado de niños y niñas”.
Karina Batthyány participó en una rueda de prensa que tuvo lugar en la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz, para hablar sobre las brechas de género que sufren las mujeres, en el marco de la Plataforma para el diálogo: Políticas del cuidado: experiencias, enfoques y propuestas en América Latina y El Caribe, que tuvo lugar en la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz, este 29 de octubre.
Señaló que, en los datos sobre uso del tiempo para cuidado de menores de tres años, las mujeres destinan en promedio en América Latina 40 horas a la semana, y eso es equivalente a lo que la Organización Internacional del Trabajo define como una jornada laboral completa.
Más del 80 por ciento de las actividades del cuidado en América Latina y El Caribe la realizan las mujeres, principalmente dentro del ámbito de la familia o puertas adentro de los hogares.
“Los cuidados están en el centro de las desigualdades de género, y si queremos modificar las desigualdades de género tenemos que trabajar con políticas culturales que promuevan una modificación en la división sexual tradicional del trabajo entre varones y mujeres, que es la que nos otorga a nosotras las mujeres la condición de cuidadoras, entonces tenemos que trabajar con políticas culturales”.
Resaltó la importancia de la implementación de políticas que tengan que ver con las ocupaciones, empleos y profesiones, que surgen cuando se desarrollan las políticas de cuidado, de forma tal que ésas ocupaciones sean de calidad, con trabajo digno, decente, con buenos salarios, y que no reproduzcan las desigualdades de género que muchas veces pueden ser observadas en el mercado de trabajo.
Explicó que otra medida es la política de tiempos, que apunten en términos de la redistribución de las actividades del cuidado al interior de los hogares entre géneros y generaciones. Un ejemplo serían las licencias para padres y madres, pero no solo las asociadas a los nacimientos o cuidados de los bebés, sino también licencias para el cuidado en distintas situaciones.
Destacó que un capítulo, poco implementado en América Latina son las políticas de prestaciones, que son entrega de bonos o dinero a las personas para que con éstos puedan comprar servicios en el mercado o resolver sus necesidades de cuidado.
Por su parte, la licenciada Victoria Banegas, subsecretaria de Comunicación y Contenidos de Difusión del Gobierno Argentino resaltó que en ese país sudamericano las mujeres dedican tres veces más del tiempo que los hombres en tareas del cuidado.
“Esta es una dinámica que fomenta la desigualdad y tenemos que combatir desde los estados con políticas públicas, y desde la sociedad civil con transformaciones profundas”.
Explicó que en Argentina se lanzó “La calculadora del cuidado”, que es una buena manera de hacer pedagogía y calcular cuánto tiempo utiliza cada mujer en actividades del cuidado.
El doctor Jochen Kemner, gerente general del Centro Maria Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados (CALAS), que tiene como sede principal del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) también participó en la rueda de prensa.