Las alteraciones progresivas de la memoria causadas por demencias no son consecuencia normal de la vejez, afirmó la especialista Isabel Cruz Valdez
Por la Redacción
Llevar un mal control de enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión, sobrepeso u obesidad, aumentan el riesgo de padecer Alzheimer, por lo que es de suma importancia que ante los primeros síntomas que afectan la vida cotidiana se acuda a un profesional médico, informó la psiquiatra del Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Isabel Cruz Valdez.
Con motivo del Día Mundial del Alzheimer, que se conmemoró el 21 de septiembre, la especialista del Instituto aseguró que las alteraciones progresivas de la memoria causadas por demencias, no son parte normal del envejecimiento.
“Aunque el Alzheimer no es curable, la batería de tratamientos farmacológicos están destinados a retrasar su progresión en el deterioro de la memoria y alargar el tiempo de vida en mejores condiciones funcionales para los pacientes, lo cual, se complementa con terapias de rehabilitación física, mental y ocupacional”, puntualizó.
Tras precisar que esta enfermedad es la más frecuente de las demencias y constituye entre el 60 y el 70 por ciento de todos los casos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la especialista del ISSSTE destacó que su diagnóstico temprano y la atención integral tanto a pacientes como a sus cuidadores, son los retos más importantes.
Prevenir y garantizar que una persona no va a tener este tipo de demencia, no es posible, aclaró. Sin embargo, hay recomendaciones que favorecen el funcionamiento de la memoria a través de estimular la formación de nuevas conexiones neuronales que puedan contribuir a contrarrestar las funciones que hacían las que se van deteriorando.
Lo anterior, explicó, “se logra cuando las personas emprenden actividades o aprendizajes totalmente nuevos, por ejemplo si son expertos en idiomas, que aprendan a tocar guitarra u otra actividad de su interés”.
Aunque suene a cliché, dijo la especialista, hay una serie de medidas que contribuyen a fortalecer la salud mental y las funciones cerebrales, como son llevar una dieta equilibrada y saludable y un adecuado consumo de agua; hacer de la activación física una práctica cotidiana, puede ser desde adoptar el hábito de caminar, subir y bajar escaleras o la práctica de un deporte.
De igual manera, ayuda a disminuir todos los factores de riesgo cardiovasculares como son sobrepeso y obesidad, triglicéridos altos; así como en los pacientes con diagnóstico de hipertensión arterial y diabetes mellitus, mantener un adecuado control y apego al tratamiento.
En referencia al lema de este año, del Día Mundial del Alzheimer, que es “Cero omisiones”, la médico psiquiatra explicó que es importante que veamos al adulto mayor como persona, no minimizar los problemas de memoria o considerarlos normales, así como promover que la atención del paciente con esta enfermedad debe involucrar un tratamiento de educación psico emocional de apoyo para su cuidador.
Recordemos que los pacientes con demencias como el Alzheimer no mueren por esta enfermedad, dependiendo de su edad pueden llegar a vivir hasta 20 o 30 años y a lo largo del tiempo el deterioro de la memoria es tan grave que les causa muchos síntomas de agresividad, porque al no reconocer ni recordar su entorno ni a sus familiares se sienten amenazados e inseguros y se tornan hostiles con sus cuidadores, apuntó.
Por ello, afirmó, es fundamental incluir en el tratamiento a los familiares cuidadores, con sesiones de psico educación y acompañamiento en los cambios que irá presentando su ser querido, así como entrenamiento en la mejor manera de manejarlos, para evitar que colapsen y los pacientes se compliquen.