Por la Redacción
Ayer el ejército insurgente talibán tomó el Palacio presidencial en Kabul luego de una serie de ataques relámpagos que ha realizado en diferentes provincias del país.
A su llegada el presidente Ashraf Ghani salió del país según argumentó para evitar un baño de sangre al tiempo que reconoció la victoria de los talibanes.
En un mensaje televisado, el ministro del Interior, Abdul Sattar Mirzakwal, ha asegurado que la transferencia del poder hacia un gobierno de transición será pacífica.
Se espera que este fin de semana Estados Unidos envié las 4000 elementos militares que prometió para escoltar la salida de todo el personal diplomático de Afganistán.
Otros países de Europa y América están desalojando a todo su personal diplomático y a colaboradores cercanos ante la llegada del régimen talibán.
Personal administrativo teme por las posibles represalias que representen el cambio de gobierno a pesar de que los líderes talibanes han dicho que respetarán a todo el personal del gobierno anterior.
Cientos de personas intentan abandonar el país y uno de los puntos de salida es Turquía quién ya se manifiesta con acciones xenófobas al respecto de los inmigrantes.
Cabe recordar que el régimen talibán se caracteriza por una dura legislación contra las mujeres y niñas afganas y en muchos casos impidiéndoles trabajar y estudiar.
Con la toma de la ciudad de Kabul el régimen talibán prácticamente consolidar la transferencia de gobierno ante la expectativa de la otan y países que a lo largo de dos décadas lucharon por mantener los derechos humanos en esta región.