Mi hermosa Niña:
Al estar leyendo estas líneas de seguro te preguntarás el motivo por el cual me dirijo hacia ti a través de una carta. Sabes, incluso para mí es extraño. No recuerdo haber escrito una carta con mi puño y letra desde hace tal vez… pues creo nunca.
Hemos vivido demasiadas situaciones tan extrañas como dolorosas durante el último año que sencillamente nos rebasaron. Tanto tu mamá como yo intentamos de muchas formas resolver los problemas que teníamos, pero como bien fuiste testigo se salió de nuestras manos, como esas pequeñas bolas de nieve que mientras avanzan colina abajo se van haciendo cada vez más grandes hasta incluso formar una avalancha, nuestras frecuentes discusiones, los largos silencios incómodos, los rostros desencajados, mis excusas de tener exceso de trabajo para estar lo menos posible en la casa o los ojos hinchados de tu mamá por tanto llorar nos obligaron a llegar a este punto sin retorno.
No tengo las palabras suficientes para decirte cuanto lo siento, nunca imagine que la relación entre tu mamá y yo se rompería de manera tan dramática, nunca fue nuestra intención hacerte pasar por este infierno del último año y por lo abrumador que serán las cosas de ahora en adelante debido a los molestos cambios que se avecinan.
Todos creímos que el proyecto de vida que teníamos los tres juntos no se rompería jamás, que pese a los momentos dolorosos a los cuales todas las familias se tienen que enfrentar, estos los enfrentaríamos con la fortaleza de estar unidos. Tristemente, muchos de los proyectos que dábamos por hecho sencillamente no podrán ser como lo planeamos.
Imagino tu frustración y tristeza. Sé que para ti el impacto emocional que causó la avalancha durante los últimos meses no lo debería experimentar ningún niño y es eso lo que más me apena contigo.
Pero aunque al principio te parezca complicado, llegará el día en el cual te adaptarás a tu nueva forma de vida. Ahora tendrás dos casas, tus hábitos cambiarán drásticamente, los viajes serán frecuentes, tendrás que empacar y desempacar un montón de veces. La distancia física y los periodos de tiempo sin vernos nos hará echarnos de menos y los momentos que acostumbrábamos compartir junto se reducirán.
Te pido disculpas porque sé que tanto en tu mente como en tu corazón existen un infinito de preguntas que no siempre lograremos aclarar. Imagino que sientes que tu mundo se cae a pedazos como una torre de naipes que derriba su estructura de un solo soplo. Sé que te sentirás insegura por un tiempo, como si caminaras sobre un suelo quebradizo, que sentirás vergüenza, miedo e incluso culpa, aunque no seas tú de ninguna manera la responsable de nuestra ruptura.
Sé que a través de tus mejillas rodarán ríos de lágrimas, pero eso no será necesariamente malo, porque con ese llanto podrás poco a poco liberar el dolor que se ha acumulado en tu corazón, durante un tiempo esas lágrimas se convertirán en tu principal válvula de escape.
No te dejes confundir por las personas que aseguran ser muy fuertes porque presumen que no lloran, tarde o temprano esas lágrimas se convertirán en un veneno, que si no sacan de su cuerpo los hará caer y el dolor será más intenso y ni siquiera tendrán idea de por qué. No permitas que eso te pase a ti.
Me duele tener que decirte que no llegará el día de una reconciliación entre tu mamá y yo, es mejor que te lo deje muy claro desde hoy para que no te decepciones después al soñar con ese momento que solo te traerá más dolor.
Llegará el momento en el que te compararás con otros niños, cuyos padres permanecen juntos. No debes de alimentar ningún sentimiento de inferioridad, no te dejes engañar por los comentarios de aquellos niños quienes querrán hacerte sentir mal.
Quiero que sepas que estaré siempre para ti cuando desees hablar, cuando tengas cualquier duda o cuando la carga de dolor te confunda. Quiero estar a tu lado para ayudarte a liberar ese enjambre de pensamientos y emociones que correrán como electricidad en tu alma.
También quiero que sepas que no dejaré que cargues un peso tal que te haga caer, no estarás sola, no importa la hora o el día, siempre estaré disponible para ti.
Quiero de todo corazón pedirte que me perdones por haberte separado de todo aquello que considerabas seguro e inamovible. Creí haber hecho todo lo que consideré correcto para conservar esa armonía, pero ahora veo con claridad que estuve muy lejos de ello.
Desafortunadamente no supe afrontar como hubiera querido las señales que se presentaron en el camino, pero la separación entre tu mamá y yo, pese a los esfuerzos de ambos, hicieron imposible nuestra permanencia juntos. Las personas que solíamos ser en el pasado son muy diferentes de las que somos hoy, y el camino que recorríamos juntos tristemente no existe más.
Te sonará extraño, pero es importantísimo que sepas que después de un tiempo te transformarás en una niña más fuerte de lo que solías ser, eso te lo puedo asegurar. Sabrás también que la separación entre tu madre y yo nos convertirá a los tres en personas más libres y por ende más felices y plenas. Comprenderás que forzar la unión de familia que solíamos tener nos desgastaría y el resultado solo sería la infelicidad y la desesperanza para todos.
Desde que naciste somos y seguiremos siendo esos padres que te guiarán en tu propio camino para que llegado el momento tengas la seguridad de tomar tus propias decisiones. Y te veremos caer y levantarte una y mil veces como todos lo hacemos.
Sé que hoy existe una ruptura también entre tú y yo, y eso es algo que no puedo ni quiero permitir. El lazo que existe entre nosotros siempre debe de permanecer fuerte y unido sin importar las bolas de nieve y avalanchas que se ciernan sobre nosotros.
Eres alguien que habita permanentemente en mi mente y mi corazón. Sin importar lo difícil que pueda resultar para mí esta desagradable experiencia de organizar nuevamente mi vida. Pese a la incertidumbre de no saber muchas veces a donde voy, pese al arrepentimiento por lo que pudo ser y no fue; sé que por fin podré detenerme y ordenar mi próxima realidad, y al lograrlo, me transformaré en la mejor versión de mí mismo para que tengas el mejor padre posible.
Espero que entiendas que la distancia entre nosotros no es tan grande como parece, que estaré incondicionalmente para ti cuando tú me necesites, que los problemas no siempre deben romper sentimientos tan valiosos, que te necesito y que te amaré infinitamente hasta el último de mis días.
Papá