Por la Redacción
El papa Francisco arribó en Bagdad, donde inició una gira de tres días. Es un viaje de alto riesgo debido a la crisis sanitaria y de seguridad de ese país, pero de gran relevancia política y espiritual.
El papa Francisco busca acercarse a las minorías cristianas de Irak y también abrir una relación con el islam chií mediante uno de sus principales líderes, Ali Sistani.
Lo recibió en el aeropuerto el primer ministro Mustafa al Kadhimi. Luego se trasladó al palacio presidencial donde le recibió el jefe de Estado, Barham Salih.
Francisco visita un país confinado por la pandemia y en extremas medidas de seguridad. Recorrió las calles desiertas con extrema seguridad en la capital iraquí.
Los fieles podrán verlo pasar a través de sus ventanas y por televisión. También habrá una misa para diez mil personas que se celebrará en un estadio de Erbil el próximos.