Recomiendan expertos de la Universidad de Guadalajara a personas que presenten síntomas de Covid-19 a recibir atención de manera urgente
Por la Redacción
Contar con una oxigenación por debajo del 90 por ciento, presentar dificultad para respirar, tener más de sesenta años, padecer diabetes o hipertensión, son indicadores de que un paciente con COVID-19 necesita atención hospitalaria y recurrir a ella de manera oportuna puede salvar vidas.
El doctor Pedro Martínez, integrante de la Sala de Situación en Salud por COVID-19, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), informó lo anterior y explicó que la enfermedad tiene tres fases, la primera de ellas: la etapa viral, donde se quedan el 85 por ciento de los pacientes y que consiste en una semana donde no se pueden presentar síntomas o presentar de forma leve como tos, dolor de garganta, fiebre, dolor de cabeza.
Lamentó que una de las explicaciones por las cuales a México le va tan mal en general, en comparación a otros países del mundo, es porque el paciente promedio empieza con fiebre y piensa que no es COVID-19, sino una gripe o dengue.
El especialista indicó que mientras más rápido se diagnostica el COVID y sea antes de la segunda semana, que es cuando empiezan las complicaciones, se tiene un mayor margen de maniobra para tener tratamientos oportunos a diferencia de cuando llegan en la segunda o tercera semana.
En cuanto a la importancia de monitorear la oxigenación en la sangre dijo que hay signos y síntomas. Síntomas son los que siente el paciente y signos los que el médico observa y mide objetivamente y, muchas veces, puede haber sensación de falta de aire, sin que baje la oxigenación, lo cual no es peligroso, pero en ocasiones puede ser lo contrario, y esa es una señal de alarma.
Informó que los oxímetros disponibles en el mercado son altamente confiables y de ahí la importancia de monitorear este factor desde la primera semana. La recomendación para las personas que no han requerido hospitalización es medir la oxigenación al menos por la mañana, tarde y noche.
“También es recomendable hacer la medición cuando se tenga sensación de falta de aire o fiebre, mientras más continuo, mejor”, dijo.
Recordó que diagnosticar de forma oportuna este padecimiento contribuye a romper las cadenas de contagios, especialmente por las personas asintomáticas que puede contagiar a sus padres o abuelos.