México registra más desapariciones en lucha contra el narco que cualquier dictadura latinoamericana, afirman expertos en el marco de la FIL en el CUAltos
Por la Redacción
En el marco de la FIL se llevó a cabo el conversatorio “¿México Seguro?”, en el cual se expusieron cifras que evidencian que nuestro país está por superar la cantidad de muertos que la guerra civil en Colombia.
La cantidad de muertos en México debido a la guerra contra el crimen organizado va en camino de superar a las víctimas que dejó la guerra civil en Colombia, y ya hay más desapariciones que en cualquier dictadura latinoamericana. Estos datos se pusieron en la mesa del conversatorio “¿México seguro?”, en el marco de FIL Pensamiento, organizado por el Centro Universitario de los Altos (CUAltos).
El moderador del conversatorio, Jorge Chabat, ofreció un panorama de la violencia en México: más de 36 mil homicidios cada año, con una tasa de 29 asesinatos por cada 100 mil habitantes, y un amplio catálogo de bandas criminales operando en todo el país.
El consultor en seguridad pública y editorialista del periódico El Financiero y la revista Nexos, Eduardo Guerrero Gutiérrez, explicó que el punto de inflexión histórico es mayo de 2008, mes que coincide con la detención y asesinatos de reconocidos capos.
Guerrero Gutiérrez especificó que entre 2007 y 2011 se triplicó la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, al pasar de 8 a 24, algo inusitado para un país sin conflicto bélico ni guerra civil. El efecto de la guerra del Expresidente Felipe Calderón fue adverso, pues se dio una proliferación acelerada de bandas por el abatimiento de jefes criminales.
“La violencia comienza a exacerbarse entre 2007 y 2008, y en 2011 comienza a bajar y vuelve a amentar en 2014 durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, y ya no vuelve a bajar. Estamos teniendo, desde 2018, tres mil homicidios mensuales, y dos mil de éstos están vinculados con el crimen organizado, son ejecuciones”, informó.
El profesor de ciencia política y Director del Laboratorio de Violencia y Justicia Transicional en la Universidad de Notre Dame, Guillermo Trejo, señaló que en 12 años de la guerra entre el estado mexicano y el crimen organizado ya se cuentan 150 mil homicidios asociados con este conflicto, y en los dos primeros años de la Cuarta Transformación, 40 mil homicidios.
“Todo esto se equipara a los muertos de la guerra civil de Guatemala, y si seguimos así, México terminará con un cuarto de millón de muertos asociados con estos conflictos, lo que nos pondría a la par de la guerra civil de Colombia, que tiene 50 años, por lo cual ya es uno de los conflictos más violentos en la historia de América Latina”, especificó Trejo.
Agregó que a esto se suman 80 mil desapariciones, muy por encima de cualquier dictadura latinoamericana y de acuerdo con el Inegi, hay un millón de personas desplazadas cada año desde que inició la guerra en el sexenio calderonista.
Trejo detalló que México es el país más peligroso en el hemisferio para las autoridades locales, y también para ejercer el periodismo en el mundo, pues aporta 25 por ciento de los asesinatos de los reporteros. Además, es el país más peligroso para los religiosos, y Guerrero es el más letal para sacerdotes de la iglesia católica en el mundo.
La periodista Peniley Ramírez dijo que hay dos puntos de quiebre: “Uno, en 1988, con la desaparición de la Dirección Federal de Seguridad, con lo que se crea la percepción de que se desapareció a las policías que operaban al estilo de las dictaduras, y luego en 2006, con la necesidad de Felipe Calderón por legitimarse ante las acusaciones de fraude electoral. En 2008 con el asesinato de capos y de mandos policiacos comienza una espiral de violencia que no se ha detenido”.
“Hay otros dos momentos clave en la militarización de la guerra contra el crimen organizado: cuando en 2006 Calderón pasa a diez mil militares a integrar la Policía Federal, y en agosto de 2020 con la inauguración de un cuartel de la Guardia Nacional en Jalisco. En ambos eventos hay un común denominador, la militarización de instituciones supuestamente civiles”, añadió Ramírez.
El Excomisionado Nacional de Seguridad en tiempos de Enrique Peña Nieto, Renato Sales Heredia, dijo que la explicación del estallido de la violencia es multidimensional, y al incremento de homicidios entre 2008 y 2011 se le suma el factor de la guerra descarnada entre las bandas criminales que radicalizaron sus métodos, y aunque baja en 2012, en 2015 se vuelve a incrementar por la aparición de nuevos grupos hegemónicos.
“¿A quien le conviene esta guerra entre el narcotráfico? A los vendedores de armas. Si hay un negocio próspero en Estados Unidos es la venta de armas, y difícilmente las autoridades de aquel país van a tocar la segunda enmienda que permite la venta indiscriminada de todo tipo de armas. Ya hemos dicho que es más sencillo comprar un lanzagranadas en Estados Unidos que un jarabe para la tos, que contiene dexedrina”, declaró Sales Heredia.
Indicó que de diez años a la fecha el incremento de la presencia de armas en México es notorio, pues antes se cometían tres de cada homicidios en el país con armas de fuego, y hoy se perpetran ocho de cada diez.
Por ello, aunque se ha triplicado el incremento de elementos en las calles, no han disminuido los asesinatos, porque se trata de un asunto de mercado que se regula a través de la violencia homicida, pues las mafias resuelven sus asuntos en todos los países del mundo.