Noticias de última hora
Inicio / Las Plumas de Minerva / ¡ALTO A LA OBESIDAD!

¡ALTO A LA OBESIDAD!

PULSO CRÍTICO

POR HÉCTOR M. RAMOS

Según datos recientes de la NCD Risc, una red de científicos de la salud que analiza y proporciona datos veraces y oportunos sobre los factores de riesgo para enfermedades no transmisibles (ENT) en 200 países y regiones del mundo, México ocupa el tercer lugar de hombres obesos en América Latina, solo por detrás de Argentina y Uruguay. En mujeres obesas, nuestro país se ubica en segundo lugar solo por debajo República Dominicana. Así es, en nuestro país el 25.1 % del total de la población masculina y 34 % del total de la femenina, padecen obesidad. La misma NCD Risc, estima que al paso que vamos, en México para el año 2025 el 31.3 % de hombres y el 39.3 % de mujeres padecerá obesidad y el 14.5 % de mujeres y el 13.4 % de hombres padecerán diabetes.

Cifras alarmantes antes, durante y después del COVID 19, ya que la obesidad es una de las principales causas de enfermedades como la diabetes, hipertensión y dislipidemia (alto nivel de grasas en la sangre), estas a su vez son algunos de los principales factores de comorbilidad para quienes contraigan el COVID 19.

Antes de la pandemia, la obesidad y la diabetes ya consumían grandes porcentajes del presupuesto anual destinado a la salud, principalmente destinado para tratamiento de los estragos ocasionados en la salud como daño en ojos, riñones, nervios, piel, corazón, vasos sanguíneos y ahora se suman hospitalizaciones y muertes por el COVID 19. Según Forbes, en 2016 la diabetes costó a nuestro país 3,872 millones de dólares (707 dólares al año por persona).

Los niveles de obesidad en México y en todo América Latina se dispararon cuando aparecieron los supermercados y tiendas de autoservicio que remplazaron a las anteriores (y muy extrañadas) tiendas de abarrotes, frutas y verduras, cereales y pescaderías. Con estas nuevas cadenas de supermercados llegaron los alimentos procesados que son muy variados, prácticos, fáciles de digerir, sabrosos, altamente calóricos y a veces hasta quitan el hambre con menor costo. Los alimentos procesados también tienen su lado oscuro: son ricos en grasas, azúcares y harinas refinadas, son fáciles de digerir para niños y adultos y provocan adicción.

Ante este adverso panorama sanitario, que mejor momento que el de la pandemia ocasionada por el COVID 19, donde el binomio obesidad – diabetes potencializó los estragos, para que nuestros legisladores se hayan fajado aprobando las reformas hace un año en la Ley General de Salud en materia de etiquetado y luego modificar la NOM-051 -SCFI/SSA1-2010 sobre etiquetado en alimentos y bebidas, definiendo los lineamientos para la aplicación de dicha ley a partir del 1 de octubre de este año. Ahora, gracias a la aplicación de esta norma tenemos acceso claro, veraz y sencillo a la información comercial y sanitaria sobre el contenido de los nutrimentos e ingredientes que representan un riesgo para la salud en los productos (nacionales o extranjeros) envasados o empaquetados.

El nuevo etiquetado consta de cinco sellos en hexágonos (como las señales de ¡alto!) que aparecen cuando un producto tiene exceso de calorías, sodio, grasas trans, azúcares y grasas saturadas, y dos leyendas precautorias para productos que contengan edulcorantes y cafeína, para evitar que niñas y niños los consuman.

El nuevo etiquetado ha sido reconocido como el mejor en la actualidad por instituciones y organismos nacionales e internacionales, como las agencias de Naciones Unidas (OPS/OMS, Unicef y FAO), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), del Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), los institutos nacionales de salud, universidades públicas, entre muchas más.

Chile, en 2016 fue el primer país de américa latina en implementar el llamado etiquetado frontal de advertencia, le siguió Perú en 2019 y este año Uruguay y México se sumaron a esta medida, mejorando nuestro país la propuesta chilena al agregar advertencia en edulcorantes.

En Chile, a tres años del etiquetado frontal de advertencia ya se observan impactos positivos, pues ni el empleo ni los salarios en la industria alimentaria sufrieron un impacto negativo. En cambio, los hábitos de consumo si cambiaron de forma positiva ya que la población chilena prefiere comprar productos con menos sellos o sin ellos, y lo más importante es que los niños se están convirtiendo en un motor de empuje influyendo positivamente en los adultos a la hora de comprar productos. El impacto directo en Chile ha sido la disminución de: un 14% de la compra de cereales para desayuno, el 25% en la compra de bebidas azucaradas, el 17% menos en la compra de postres envasados, reducción de entre 46 a 62% de exposición de publicidad de alimentos en preescolares y adolescentes, reducción de 25% azúcares y del 5 al 10% de sodio en bebidas y alimentos.

Este – sin duda gran avance – necesitará reforzarse con medidas complementarias de nosotros los ciudadanos comunes, incentivando la educación alimentaria y el consumo de alimentos saludables. Toca el turno a la popular comida callejera mexicana, tan arraigada por variada y sabrosa, pero generalmente insana.

La meta es reducir el consumo diario en 37 calorías por persona, lo que, según un experto de la BBC, permitiría un ahorro de 1,800 millones de dólares en costos de atención médica en cinco años y bajaría en 1,3 millones el número de personas obesas.

Justo es, reconocer hoy esta buena acción de nuestros legisladores, que siempre habían sucumbido a los embates de los poderosos lobbies de las empresas refresqueras y de comida procesada. En este tema …. ¡cumplieron con su deber!

Por lo pronto, ¡10 y nota para nuestros legisladores!

Acerca admin

Le puede interesar:

Los beneficios del Tren Ligero para la ciudad: una apuesta por la movilidad y el bienestar urbano

Por el Vocero Cibernético El desarrollo de la infraestructura de transporte es uno de los ...

Discover more from Minerva Multimedios

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading