LA OPINIÓN DEL DIRECTOR
Es indignante observar cómo continuamente se publican notas en los diversos medios de comunicación, en donde se documenta la inconformidad del personal de diferentes hospitales por la falta de suministros para protegerse y evitar contagiarse del Covid-19.
No obstante, de que nuestro país se ha convertido en una de las naciones con más contagios y muertes del personal que labora en los hospitales a nivel mundial.
Los trabajadores de la salud no deberían estar haciendo manifestaciones o mendingando un trato humanitario, para obtener lo que por derecho les corresponde y que además merecen más que justificadamente.
La insensibilidad de nuestros gobernantes es tan incomprensible, que a lo anterior se le tiene que sumar que tampoco se ha dotado a las instituciones de salud pública de los medicamentos adecuados y suficientes para atender apropiadamente a los infectados de la pandemia.
Si realmente se quiere demostrar que la frase que usualmente se menciona en esta administración federal de que primero son los pobres es auténtica, entonces se deben destinar urgentemente los recursos suficientes para comprar los insumos que protejan profesionalmente al personal médico y a los colaboradores de los sanatorios, porque luchan heroica e incansablemente para salvar las vidas de los mexicanos pobres, que son precisamente aquellos que no tienen otra alternativa más que acudir a las clínicas de salud públicas.
Esos connacionales pobres son también aquellos que requieren medicamentos, algunos de ellos costosos, pero tristemente no tienen los recursos para comprarlos, por lo tanto, también es apremiante dotar a los hospitales de los medicamentos que se requieren para atenderlos.
Por más que se ha intentado afirmar que el sistema de salud a nivel nacional no ha colapsado, se ha documentado por reporteros de la prensa, que en varios hospitales no han atendido a los enfermos que acudieron a diversos nosocomios, a otros contagiados los ingresan mucho tiempo después, tomando en cuenta que asisten en estado grave y varios de los que son admitidos no son auxiliados correctamente por que el personal médico o el mobiliario es insuficiente.
Los funcionarios gubernamentales deberían de estar luchando incansablemente para gestionar los recursos financieros necesarios para las dependencias de salud social, con el objetivo de salvar la mayor cantidad de vidas posibles, asegurándose de que la atención en los hospitales sea de la mejor calidad, pero además, que cuenten con los insumos y los medicamentos necesarios.
Los proyectos de desarrollo deberían de esperar, esta pandemia, aunque no se quiera reconocer se está saliendo de control y nos está generando mucho dolor a los mexicanos, confiamos en que nuestros gobernantes no defrauden a la ciudadanía que los eligió, porque eso sería una evidente traición a la población.
Finalmente, es necesario que los ciudadanos también cooperemos con una mayor intensidad y responsabilidad, acatando las medidas de usar cubre-bocas, lavarse las manos continuamente y mantener una sana distancia por lo menos, no solo se tiene la satisfacción de cuidar nuestra salud, porque al cuidarnos protegemos a nuestra familia y a las personas con las que convivimos.
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