IVÁN ALATORRE OROZCO
Para poder comprender a plenitud el universo del cual formamos parte, obligatoriamente debemos desprendernos de todas aquellas capas que nos representan un lastre.
Derrotar los fantasmas y los miedos que nos imposibilitan conocer nuestro verdadero potencial.
Reconociendo la extraordinaria oportunidad de formar parte integral de un todo.
Acariciar el misticismo y la trascendencia a partir de los más pequeños detalles.
No deberá ser visto, de ahora en adelante, como una tarea pequeña o poco profunda en su significado.
Comencemos a construir un enaltecedor sistema de prioridades en nuestras vidas.
Ondeando una nueva bandera, enarbolando el respeto, la valentía y la nobleza de espíritu.
Respirar un aire carente de sensatez, lamentablemente se ha transformado en una desagradable costumbre.
Toleramos con increíble naturalidad las injusticias de un día a día corrompido por falsas virtudes.
Alimentando egos y ambiciones dramáticamente mal intencionados.
Repitiendo los errores que tanto nos perjudicaron en el pasado.
Tomando y acomodando las piezas equivocadas en el rompecabezas de la razón.
Olvidando que el tiempo es pasado, presente y futuro fusionados en un solo entendimiento.
Dulzuras entrañables hemos dejado de saborear en este espacio colmado de posibilidades.
Almacenando un descontrolado cúmulo de malas decisiones.
Sin preocupación o consciencia aparente.
Lloramos cuando debemos actuar y celebramos lo que deberíamos de lamentar.
Aún así.
Sé que la integridad de nuestra naturaleza humana podrá guiarnos si humildemente nos redefinimos.
Fortaleciéndonos individual y colectivamente.
Lograremos por fin caminar totalmente descalzos.
Otorgándole a nuestro ser la tan añorada conexión con la tierra.
Realmente absorbiendo con cada paso.
El inigualable sentimiento de sabernos nuevamente en casa.
Somos todo aquello que sabemos, más lo que creemos ser.
Por eso mismo.
Encontraremos el tiempo y el espacio necesarios, con férrea determinación, y…
Recuperaremos el encantamiento, la gracia y la fascinación por los detalles más sublimes.
Olfatearemos la humedad de un bosque y nos perderemos nuevamente bajo la majestuosidad de su lenguaje único.
Nadaremos en aguas transparentes que nos dirigirán armoniosamente al encuentro de nuestros sueños más íntimos.
Orbitaremos alrededor del hipnótico baile con el que las hojas son elegantemente mecidas por el viento.
Poemas prodigiosos serán escritos con la sola motivación de un día lluvioso.
Olvidaremos angustias sin sentido, al entender que la tierra, es mucho más que solo tierra.
Delgadas cortinas de luz nos deslumbrarán en cada amanecer y en cada ocaso.
Reemplazaremos los zumbidos de la ciudad por el canto de los grillos o el concierto de las ranas.
Abrigaremos renovadas esperanzas al ser testigos de la voz cadenciosa del océano.
Nos mezclaremos orgullosamente con las sombras de la vegetación.
Dormiremos a pierna suelta abrazados por el velo de la noche.
Elaboraremos una nueva constitución que regirá nuestro sendero, y en ella:
Todos reconoceremos las grandes obras que la naturaleza nos regala sin esperar recompensa alguna.
Ella, a pesar de ser insultada, nos ofrece sus flores como respuesta.
Nos muestra que vive siempre bajo un motivo.
Es increíble que nos pida ayuda a gritos, pero…
Ruin y despreciable resulta el que muy pocos la escuchen.
La naturaleza, sin embargo, mantendrá finalmente sus derechos y prevalecerá a cualquier atropello.
A través de la visión que ella nos provee, podemos expresar y entender el significado del arte.
Podemos construir admirables paraísos tangibles.
Reteniendo así la información que tan generosamente nos brinda.
Información que representa sabiduría, sabiduría que se traduce en respeto, respeto que simboliza libertad.
Martin Luther King.
Acarició con su palabra nuestros corazones.
Vertió filosofías que dignificaron la posición del ser humano ante su propia naturaleza en vinculación con la madre naturaleza.
En uno de sus discursos, King manifestó:
“Realmente si supiera que el mundo acaba mañana, yo, hoy todavía plantaría un árbol.”
Ahora, es nuestro momento de actuar.