La artista urbana Flor Amargo, que en Europa y Estados Unidos ha sido recibida con aplausos y afecto, en Guadalajara, tierra donde pretenden acabar con la violencia y la mujer e impulsar la cultura, fue detenida por unos minutos y además le quitaron sus objetos, que pudo liberar pagando una multa.
Esto generó el coraje de las personas que eran parte del público que cerraron el paso de la avenida Hidalgo y lanzaron gritos y consignas frente a Palacio Municipal de Guadalajara.
A la cantante de Voz México y que le ha abierto conciertos a artistas internacionales como Carlitos Vives, con su fabulosa interpretación de Zandunga, la arrestaron como a eso de las 18:00 horas en el centro de Guadalajara.
Reconoció la cantante que iba de paso por la ciudad y decidió armar una convivencia frente a la Catedral, con su teclado, cuando de pronto aparecieron inspectores del ayuntamiento tapatío acompañados por policías que tomaron los dos amplificadores y se llevaron todo.
Con temor, ella dijo “me duele lo que nos está pasando, me duele que no tengamos seguridad, que maten a tantas mujeres y que la música que es via de sensibilización, cierren de esta manera las puertas al arte urbano de Guadalajara”.
Mencionó que azotaron su equipo y se lo llevaron, “es algo por lo que he trabajado 15 años”.
La joven que se preparó en el Conservatorio Nacional de Música y ha tocado en el metro, en calles de Ciudad de México, pero también en París, Francia, y en Estados Unidos, lamentó que “en Guadalajara, en el centro, que es donde pasa tanta cultura extranjera y tantas personas se cierren las puertas al arte urbano”.
Indicó que 24 horas antes hicieron arte en el centro de Guadalajara, pero “el día de hoy necesitábamos compartir amor las mexicanas y los mexicano; sino nos van a proteger o a dar seguridad, que al menos nos abran un camino para el arte”.
Intentaron llevársela detenida, pero la liberaron y la gente a gritos pidió que regrese, que “los políticos no nos representan” y pidieron una disculpa a nombre de la ciudad.
Con lágrimas en los ojos hizo un llamado a artistas urbanos que no se detengan y advirtió que “no voy a descansar hasta que el arte urbano sea considerado una profesión”.
Los ciudadanos presentes la defendieron, cerraron avenida Hidalgo, le gritaron de cosas a los gobernantes. La cantante les agradeció la “defensa” y pidió al alcalde Ismael del Toro una investigación de los hechos.
El ayuntamiento de Guadalajara, señalado hace unos días por la existencia de cientos comerciantes “peregrinos” en el centro de Guadalajara, envió escueto comunicado en el que argumentó que actuaron porque la cantante no tenía permiso: “Con relación a la denuncia pública difundida en redes sociales por la artista urbana Flor Amargo, el Gobierno de Guadalajara precisa que el resguardo de sus instrumentos musicales se deriva de la falta del permiso correspondiente para la realización de un evento en la vía pública. El equipo está a disposición de la cantante”.
Y luego añadió: “La administración municipal refrenda su respaldo a las expresiones artísticas y culturales, al tiempo que manifiesta su apertura a Flor Amargo para proponer un espacio sin contravenir los reglamentos municipales”. Aseguraron que nunca fue detenida, solo estuvo a “resguardo”.