Fuerte tormenta azotó a la Zona Metropolitana de Guadalajara, desde los límites en Tlaquepaque hasta lo que es la zona de Zapopan, aunque los principales daños salen a relucir en la primera parte.
Una gran capa de granizo quedó sobre las calles y dañó varios vehículos, lo peor vino al descongelarse, puesto que generó grandes ríos y los autos salieron flotando. Muchos dueños se levantaron y los encontraron a varios metros de donde los habían dejado, apilados o atorados entre árboles y postes.
Calles como Río Ameca se convirtieron en verdaderos ríos de agua y hielo. La temperatura bajó drásticamente.
Por la calle de Río Reforma se indicó que el nivel del hielo alcanzó el 1.50 metro de altura.
Los vecinos indicaron que ni siquiera pudieron dormir -los que se dieron cuenta de la lluvia- ante lo que estaba aconteciendo.
“Parecia una tromba”, indicó una vecina, quien dijo que los fuertes vientos amenazaban con abrir las puertas y ventanas de su casa.
Otros bromearon y aprovecharon para poner a helar las caguamas.
Hasta ahora se reporta el derrumbe de la oficina del Servicio Postal Mexicano que se ubica en Río Tizapán y Río Tuxcueca.
Se levanta un censo sobre las fincas dañadas y las consecuencias podrían ser mayores, con pérdidas económicas sobre todo a ciudadanos.