PILAR PORTOCARRERO
Debo reconocer que yo era una de esas personas que solía decir: “Navidad es todos los días” ¿El día de la madre?, “puro marketing”, y ni qué decir del pobre cupido. Este angelito con pañales se llevaba la peor parte, ya que era sarcástica y acostumbraba a burlarme de los globos en forma de corazón que se venden por todas partes. Y de los infaltables peluches con frases románticas que muchos hombres compran para regalar a la novia, aunque en este punto sigo pensando que es un obsequio sin creatividad.
¿Qué pasó para que cambiara de opinión?
Quizá el haber empezado a reconciliarme con la vida. El mirar más allá de los anuncios publicitarios, y centrarme solo en las personas.
Hacía años que no pasaba una Navidad en paz, bastaba que llegara diciembre para empezar a fastidiarme viendo las decoraciones y las luces relampagueando por todas partes. Era un mes que inconscientemente lo relacionaba con problemas, hasta que me di cuenta que yo atraía las cosas malas solo con mis pensamientos.
Decidí que todo sería diferente, y disfruté de unas lindas fiestas en donde brindé por los buenos deseos de cada miembro de mi familia, en una noche especial en donde agradecí de manera especial por todas las bendiciones que Dios me ha dado.
Y ahora estoy dispuesta a celebrar este día de San Valentín, en donde festejaré la amistad. No tengo un amor que tome mi mano, pero tengo muchas amigas que valen su peso en oro por lo generosas y compañeras; y porque a través del tiempo hemos aprendido a querernos como hermanas.
Es verdad… un amigo es la mayor felicidad, y puedo dar fe de eso.
¡Feliz día del amor y la amistad!
Pilar
“Soñar es solo el principio”