Según información oficial de la Fiscalía General de la Nación de Colombia, en los cárteles mexicanos han penetrado en aquel país para sentar sus bases y operar en al menos 10 departamentos (un departamento es el equivalente a un estado de México) de los 32 que conforman ese país y con ello han entrado de lleno al mapa de la nueva criminalidad colombiana.
Lejos quedaron los años 80’s en que emisarios de los líderes de los principales carteles mexicanos llegaban a Colombia para negociar cargamentos (principalmente de cocaína) con los capos colombianos. Ahora el esquema se ha invertido. Tras la desarticulación de la guerrilla colombiana (Las FARC) con la firma de los acuerdos de paz y la disminución del poder de los grupos colombianos del crimen organizado; los cárteles mexicanos de ‘los Zetas’, Sinaloa y Jalisco Nueva Generación están pisando fuerte en aquel país, apropiándose de plantaciones ilícitas, ocupando zonas y ganando espacios que han dejado los grupos criminales colombianos neutralizados por la autoridad.
El arribo de los mexicanos tiene bastante preocupadas a las autoridades colombianas, pues los acuerdos de paz con las FARC y los avances para revertir la violencia se verían seriamente afectados por la actividad de los cárteles mexicanos, sobre todo si estos exportan la violencia sin precedentes que han desatado en México en la última década y si los gobiernos de Colombia y México no toman medidas de cooperación urgentes y coordinadas para enfrentarlos.
Ante la nueva y real amenaza, la Fiscalía Colombiana ha convocado a una cumbre conjunta con sus pares de EEUU y México para analizar la problemática y tomar medidas urgentes principalmente en el intercambio de información, apoyo en operativos y sobre todo controles migratorios para cerrar el paso a eventuales emisarios del crimen organizado mexicano. Por lo pronto, Migración Colombia ya estrenó con México un mecanismo de alerta, en tiempo real, de ingreso y control de ciudadanos con antecedentes criminales cuya finalidad frenar la migración perversa.
Un indicador de la creciente actividad delictiva de mexicanos en Colombia, lo constituye el dato de que la Fiscalía de aquel país tiene a 103 mexicanos sujetos a procesos por tráfico de coca.
La conquista de territorios colombianos por los cárteles mexicanos, nos da una idea del poder, la organización y la capacidad que hoy tienen las bandas mexicanas, mismas que irónica o “casualmente” desde que Felipe Calderón inició su guerra contra el crimen organizado (continuada también en este sexenio por Peña Nieto), aumentaron su poder en lugar de disminuirlo. Primero le arrebataron a la mafia colombiana algunas regiones de Europa y ahora se instalan en el territorio que hace tres décadas albergó a los amos y señores del narcotráfico en el mundo.
La expansión de los cárteles mexicanos, hará a corto y mediano plazo, mucho más difícil su control y combate; por lo que se augura que nuestro país seguirá inmerso en la violencia y el baño de sangre.
