POR PILAR PORTOCARRERO
No cabe duda de que esta era de la globalización nos ha ayudado no solo a tener más acceso a la información, sino que a través del Facebook, pudimos volver a contactarnos con amigos de quienes no sabíamos nada.
El Facebook es un medio que nos permite comunicar, comentar, compartir todo lo que queremos, algunos hasta lo emplean para pelearse públicamente con sus parejas, o para gritar a los cuatro vientos que están enamorados.
Pero hay quienes usan este medio para aprovecharse de mujeres que se encuentran solas. Buscan perfiles que les acomode a su chantaje (a partir de 60 años), y empiezan con su trabajo de enamorarlas, y hacerles creer que irán a buscarlas adónde se encuentran.
Pero entonces sucede una serie de imprevistos que impide el supuesto viaje, y estas mujeres ilusionadas se ponen en bandeja de plata frente a estas personas sin escrúpulos, que no se sabe si son hombres o mujeres. Y empiezan los depósitos de dinero que es lo único que buscan, sin importarles el daño emocional que van dejando.
La soledad siempre pega fuerte, y con los años vuelve más vulnerable a quien la padece. Y nada evita que estas personas se crean el cuento de que el amor ha llegado nuevamente a sus vidas.
Lamentablemente no se puede controlar ni evitar que usen este medio para hacer daño, pero está en nosotros denunciar a Facebook si creemos que alguien está haciendo un mal uso de una cuenta.
No todo es lo que parece, y siempre debemos andar con cuidado.
“Soñar es solo el principio”
NOTA DE LA DIRECCIÓN: Agradecemos a Pilar su colaboración, por cierto escrita desde Nueva York, donde le deseamos lo mejor y éxito en sus proyectos, les mantendremos informados pronto de sus nuevas obras y colaboraciones.