POR ANTONIO VALLADARES
Se acabó la paciencia del alcalde Enrique Alfaro y el viernes por la tarde ordenó un operativo contra 89 calandrieros -la mayoría- que no le han entrado al negocio de mudarse a las calandrias eléctricas o un concepto de moto taxi de la época de 1847, sin volante, que se repartieron entre muy pocos, a los que les tocó desde una o dos y hasta cinco. Y es que estos mismos fueron los que se ampararon, presentaron queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos y además presentaron una denuncia.
Les lanzó personal de Protección Animal, de la Comisaría, de Inspección y Reglamentos, bajo el argumento de que violan los reglamentos y no tienen licencia.
Se incautaron ocho calandrias, que fueron enviadas a un depósito, y los caballos al parque Agua Azul. Podrán recuperarlos cuando paguen las multas.
Las calandrias están en riesgo.