PILAR PORTOCARRERO
A raíz de mi último libro “Habitación 405”, le preguntaba a las personas a las que presentaba mi historia en la feria del libro en Lima. ¿Qué pasaría si descubrían que el hombre que amaban no es lo que parece? ¿Cómo se quitan el amor del corazón?
Obtuve muchas respuestas: Difícil, decían unas. ¡Dios!, que no me pase eso, exclamó otra. Pero todas las mujeres coincidieron en que era imposible dejar de amar de un momento a otro.
Con respecto a este tema hay lo que se llama “Amar sin apego”, que habla un poco de que deberíamos aprender a amar sin esperar un “por siempre”. Disfrutando el presente, y cuando algo empieza a fallar y te trae sufrimiento, deberíamos tener las fuerzas necesarias para romper la relación y salir huyendo.
Algo muy bonito sobre el papel, pero difícil de hacer porque siempre creemos que las cosas van a cambiar, y en este plan empezamos a dar más de una oportunidad entrando en un juego peligroso, donde muchas veces nos convertimos en víctimas de nuestros propios sentimientos.
Nos volvemos ciegas y no sabemos dónde está el límite entre lo que debemos y no aceptar, simplemente nos dejamos llevar sin importar cuántas lágrimas derramamos, hasta que llega un momento en que tocamos fondo y el mismo dolor nos da fuerzas para escapar.
Pero no es algo que suceda de la noche a la mañana, lamentablemente a veces nos pasamos la mitad de nuestras vidas dentro de una relación que se vuelve enfermiza y tóxica, porque sentimos que amamos y que no podremos vivir sin el hombre que está a nuestro lado.
Aunque todas debemos tener en cuenta algo: “Nadie muere de amor”, y que es necesario que aprendamos de nuestros errores para no tropezar de nuevo con la misma piedra.
Pilar
“Soñar es solo el principio”