PILAR PORTOCARRERO
Tenemos el gran error de buscar la felicidad fuera de nosotros, de pensar que una pareja, los bienes materiales y los viajes, nos darán ese plus que necesitamos para sentirnos exitosos, y como consecuencia felices.
Pero el éxito no se mide en cuánto tengamos, el nivel profesional que hemos alcanzado, o la pareja ideal que piensas que tienes a tu lado, quizá porque cumple ciertas características que siempre has buscado.
El éxito radica en disfrutar y permitirte hacer lo que te gusta. Amar con libertad; en no sentirte presionado ni por la sociedad, ni los amigos y tus padres, a seguir por un camino que no quieres.
A mi padre le gustaba pescar, y un día mientras lo acompañaba en el río me dijo:
-Me habría gustado ser pescador.
-¿Y por qué no lo fuiste? – le pregunté.
– Porque quería darle a mi familia otro nivel de vida. Tú vas a una buena universidad, y puedo pagarte todos tus gustos. Cuando haya acabo con mis responsabilidades, me internaré en la selva y viviré como yo quiero.
-Yo quiero ser escritora, no me gusta estudiar derecho – le recordé, porque esa fue una pelea que siempre tuvimos, y que a mis 16 años no supe ganar.
-Tienes que ser abogada porque de la escritura te vas a morir de hambre – me dijo.
Siempre recuerdo esa conversación porque me dejó un sentimiento de frustración, y ahora que pienso en mi padre me vienen a la mente sus largos silencios mientras fumaba, que siempre me llevaban a preguntarme en qué estaría pensando. Y debo decir que solo lo veía relajado y feliz cuando estaba en el río, y murió sin poder realizar su sueño de vivir en el monte comiendo de la pesca del día.
Ahora pienso que no importa lo que te guste, si tienes el talento para realizarlo seguro que podrás sobresalir de los demás, y lograr vivir de lo que haces. La clave está en atreverse a romper el esquema que nos instalan en el chip de que hay profesiones serias y confiables, que te pueden dar un buen nivel de vida, y otras como el arte o los deportes en donde son tan pocos los que sobresalen, que seguro tú no serás uno de ellos.
Nos ayudan a que perdamos la confianza en nuestra capacidad, pero ellos NUNCA tendrán éxito si estás seguro de lo que quieres y hacia dónde piensas llegar.
Ahora me considero una mujer exitosa porque hago lo que siempre soñé: convertir en palabras todas las fantasías que siempre rondan por mi mente.
Dios nos dio como regalo un talento, y es nuestro deber descubrirlo y explotarlo, así como nuestro deber en esta vida es ser felices. Y yo aprendí que como parte de esa felicidad debía vivir un día a la vez, resolver los problemas que tenía en el presente, porque bastante me agobiaba imaginando un futuro que solo me angustiaba y que tal vez exageraba.
Ahora hay muchas herramientas que podemos usar, y el coaching es una de ellas. Tengo un coach personal que me ha ayudado a liberar mis temores y a cambiar mi forma de ver la vida.
Es verdad… “La felicidad está en ti y en lo que disfrutas hacer”, y solo cuando no tienes claro este concepto, es que buscas llenar tus vacíos de forma material o con parejas que no calzan en tu vida.
Hay que ir despacio y disfrutando del viaje, dándote un tiempo para ti, y para que llegue el amor en el momento preciso de tu vida.
Pilar
“Soñar es solo el principio”