“No hay mejor forma de ejercitar la imaginación que estudiar la ley. Ningún poeta ha interpretado la naturaleza tan libremente como los abogados interpretan la verdad” Jean Giradoux (1841-1929)
El día del abogado no se celebra el mismo día en otros países del orbe. En la mayoría se celebra el 19 de mayo, día de San Ivón de Kermatin (Ives Helory), nacido en Francia y considerado el patrono de los abogados del mundo. En México se celebra el 12 de julio. Dicha celebración comenzó en 1969, cuando el licenciado Bartolomé Frías y Albornoz, impartió la primera cátedra de derecho en América, en la Real y Pontificia Universidad de México.
La profesión del abogado es antigua, se remonta a la antigua Grecia donde los “oradores – escritores” realizaban una actividad similar a la abogacía. Fue en la antigua Roma donde surge formalmente la profesión del abogado. La palabra abogado viene del vocablo latino “advocatus” que significa llamado en auxilio. Los romanos llamaban así a los conocedores de leyes para pedir ayuda.
Los estudiosos de la criminología señalan a los abogados y a los médicos como los profesionistas que más abusan de la sociedad. Por eso no es de extrañar que en el título de responsabilidad profesional del Código Penal de Jalisco se señale cuándo cometen conductas delictivas de forma específica los abogados y los médicos. En cambio, a todos los demás profesionistas se les señala de forma genérica. Tal vez esto devenga de que innegablemente algún día todos vamos a recurrir al abogado y al médico.
Justificado o no. Lo cierto es que los abogados tenemos mala fama y somos estigmatizados en el complejo problema de la corrupción que aqueja al país. No es raro entonces escuchar bromas en las que se nos tacha de ladrones e inmorales.
¡Mi abogado se vendió! es una de las frases más injustificadas y socorridas en el medio. Hasta hoy no he visto una sola persona que pruebe esa acusación. Aunque no dudo que haya sucedido más de una vez – porque casos de abuso dondequiera hay – En todo caso el gremio de los abogados son una expresión más de la pérdida de valores y la descomposición del tejido social.
Así como se generaliza criticando a los abogados, también se debe reconocer a la mayoría como un importante gremio que gana la vida protegiendo nuestros derechos, propiedades y posesiones. Y si somos honestos debemos reconocer que la mayoría de abogados no cobra las asesorías como los médicos cobran sus consultas, siendo que ambos actos son de idéntica naturaleza.
El ejercicio de esta profesión es apasionante pues requiere de mucha dedicación y esfuerzo ya que las leyes son tan dinámicas como la sociedad a la que regulan y los abogados para ser competentes tienen que estar siempre actualizados
Por tal razón si tenemos algún familiar, amigo o conocido abogado honesto, este 12 de julio, día del abogado en México; podemos reconocerle su trabajo, aunque sea con un simple detalle como un mensaje de reconocimiento en este su día.
Al fin y al cabo, no hay que olvidar que tarde o temprano vamos a tener que recurrir a un abogado ya sea como clientes o como justiciables.
