Somos buenos repitiendo frases que alguien inventó y que muchas veces llevamos a la práctica sin ser conscientes del daño que nos hacemos.
Es mentira que un amor se olvida con otro amor. Que a rey muerto, rey puesto. O ese dicho tan popular de ojo por ojo y diente por diente.
No hay nada más sano que vivir la etapa del luto emocional consintiéndote, volviendo a encontrarte en medio de tu soledad. Llorar hasta el cansancio si eso deseas, pero lejos del alboroto que solo te lleva a la confusión.
No nos gusta enfrentar nuestros fantasmas y es más fácil huir que detenernos a analizar por qué sufrimos, y qué debemos hacer para salir de esa situación, lo que no quiere decir que escondas tu pena y te apuntes a cada juerga o salgas con el primero que te propone una noche loca.
Así solo camuflas tu dolor y vas directo a otra equivocación.
Si no te quieren ten la valentía de soltar esa emoción. Los dramas son para las novelas que tienen capítulos determinados y siempre terminan con un final feliz.
Pero en la vida real somos nosotros los guionistas de nuestras vidas, y deberíamos escribir solo cosas buenas. Tomar lo positivo de cada cosa. Aprender y no volver a tropezar con la misma piedra.
Todo en la vida tiene su tiempo, y hay ciclos que se abren y se cierran, personas que llegan y otras que se van. El amor siempre es de dos, y cuando no nos corresponden es mejor seguir adelante. Sin prisa, dándole tiempo a la tristeza para que te ayude a sacar todas las lágrimas que guardas en el alma. Solo así, tendrás la carga más liviana y cuando menos pienses, volverás a sonreír y a enamorarte de alguien que valore lo que eres.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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