Venezuela actualmente se encuentra sumida en una grave crisis política y económica. El Chavismo encarnado ahora (como gobierno) por Nicolás Maduro, parece tener los días contados.
Venezuela no es ni se parece a Cuba. La mayoría de sus habitantes no están de acuerdo en cambiar discursos ideológicos por bienestar tangible; máxime si todavía tienen el recuerdo fresco de que hace unos años gozaron de aceptables niveles de calidad de vida, gracias principalmente al buen manejo de su riqueza petrolera.
Luego de la muerte de su mentor político Hugo Chávez, Maduro recibió un país en crisis y atraso social, no supo tomar las medidas adecuadas y agravó la situación: hiperinflación, derrumbe de la moneda (bolívar), alza constante de precios, pérdida del poder adquisitivo de los ingresos, desabasto de productos básicos, desempleo, crisis en la salud y la educación, son realidades que Maduro ya no podrá cambiar.
Ante el evidente fracaso del Chavismo, Maduro ha tratado de disfrazar la realidad con discursos demagogos, ocultamiento de cifras, censura de información (controla internet y medios de comunicación), gobernando bajo un virtual estado de excepción. Ha metido a los militares en casi todo, ha dado golpes al poder Legislativo (quitándole facultades) y ha suspendido elecciones, pues sabe que cuenta con más del 80 por ciento de desaprobación a su mandato.
Desesperado por la situación, inhabilito a su competidor por la presidencia (Henrique Capriles) y lo acusa de actos de terrorismo. Para bajar la presión externa y frenar las actuales marchas masivas en su contra que han unificado a la oposición; ha anunciado que preparara elecciones en el 2018. Anuncio tomado con reservas por los opositores pues no creen que Maduro garantice elecciones realmente libres ni condiciones reales para empezar a reconstruir a Venezuela.
Al cabo de tres semanas de multitudinarias protestas que arrojan saqueos a negocios, 20 muertos, cientos de heridos y 1.289 detenidos (por la represión); Venezuela enfrenta momentos claves para su futuro, donde todo apunta que con el paso del tiempo, su actual presidente se “se caerá de Maduro”.
