*ELLA LO ANOTA EN SU DIARIO
*NARRA ADEMÁS LAS CORRUPTELAS DE SU MARIDO
AGENCIAS
“Sí merezco abundancia….”, es la frase en decenas de planas de lo que parecen ser diarios o confesiones por escrito de la esposa del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, y que fueron encontradas dentro de una bodega, al lado de cuadros, bienes propios y del propio gobierno que tenían como destino personas con discapacidad ó de grupos vulnerables, pero que nunca llegaron, se quedaron ahí.
Karime Macías limpiaba de esa manera sus culpas o enloquecía, como su marido, en medio de la ostentación producto de una corrupción vista en México solo en tiempos de la Maximiliano y Carlota.
El actual gobernador de la entidad, Miguel Ángel Yunes Linares, informó sobre el aseguramiento de una bodega con pertenencias de la parejita. Entre los cachivaches y tiliches de Duarte y Macías se localizaron, de acuerdo con Yunes, diarios y libretas donde —presuntamente— llevaban registrada una línea del tiempo de sus corruptelas. Cuentas bancarias, referencias sobre sus propiedades en México y el extranjero, además de una agenda con el contacto de amigos, funcionarios y socios con los que hacían “negocios ilícitos al amparo del poder”.
Son evidentemente los planos de la corrupción. Los documentos encontrados, dijo Yunes Linares, “presumiblemente vinculan directamente a la señora Karime Macías de Duarte en la planeación, preparación y ejecución de acciones para desviar recursos públicos en beneficio personal y de algunos cómplices”.
La leyenda “sí merezco la abundancia” repetida a manera de plana de preprimaria, pone en evidencia que doña Karime padecía de lo mismo que su marido.
En su supuesto diario de la ex primera dama de Veracruz se hace referencia a sus funciones como encargada del DIF. Macías sintetiza sus labores y los pros-contras de su chamba, pero además describe con gran desfachatez la corrupción de su marido, de los suyos, de conductores de televisión, actrices, etcétera.
Pareciera que supiera que tarde que temprano la llamaría la justicia a rendir cuentas y que se necesitaría su confesión, que además involucra tajantemente a su marido, ahora solo falta que a ambos los detengan.