PILAR PORTOCARRERO
A mí nunca me dijeron que debía amarme, y cuando estás dentro de una relación a veces cometemos el error de ponernos en lista de espera, y dejar para después lo que nos causa fastidio, dolor y lágrimas.
Luego aprendí que yo era importante, y por eso comencé a engreír mi cuerpo haciendo ejercicios, tratando de comer sano, tomando agua, como también a nutrir mis pensamientos con palabras positivas que al final del día siempre me llenan de satisfacción. Y esto como un punto de partida que ha permitido darme cuenta lo importante que es mi cuerpo, mi mente y mis emociones para sentirme feliz.
Los años dejan enseñanzas que aprendimos, muchas veces, repitiendo la tarea, estrellándonos contra el piso, hasta que reaccionamos y no tenemos más camino que lavarnos la cara, guardar nuestras tristezas y seguir adelante. Pero, ¿por qué sucede eso?, porque en nuestro afán de amar siempre encontramos justificación para el comportamiento de la otra persona.
¿Es que hay una excusa para que alguien nos trate mal?
Ahora creo que no. El estrés, las preocupaciones y los problemas ya forman parte de nuestras vidas, y no sirven de argumentos para tapar una falta de respeto que empaña el verdadero amor.
También aprendí que es tanto el miedo que se tiene a estar sola que aceptamos y justificamos con tanta creatividad, los malos tratos que poco a poco mellan nuestra autoestima.
No es fácil llevar a la letra la frase “Primero yo”, porque eso implica tomar decisiones que duelen mucho, y que pueden poner fin a relaciones y a esos amores que pensamos que nunca vamos a poder olvidar. No se trata de ser egoístas, pero cuando entendemos la magnitud de esa frase, es cuando empezamos a desempolvarnos de gente que no nos ama, y a quedarnos con aquellos que solo suman en nuestra vida.
Y cuando eso sucede la vida empieza a fluir, y lo que antes dolía ya no duele tanto, empiezas a coquetear con la soledad sin que te afecte mucho, y a bailar sola si es que te da la gana de hacerlo.
El sentirte bien contigo misma no tiene precio, y eso se refleja en las cosas que hacemos. El amor debe ser un complemento y nunca una forma de llenar vacíos, y cuando eso lo entendemos siempre traemos lo mejor a nuestra vida.
Pilar
“Soñar es solo el principio”