Dos marchas más, de esas que se han dado por todo el país en los últimos días, se dieron este domingo en Guadalajara y aunque el gobierno federal desoye los reclamos, ahí queda una muestra más de miles de inconformes.
De 2 a 3 mil en la primera -por la Vía Recreactiva- de 7 mil la segunda, pero el caso es que la gente sigue “encabronada” como lo consignan algunas de las pancartas y si apuesta el PRI a que esto se olvide para el 2018, la realidad es que están equivocados.
La primera salió a las 10 de la mañana de la glorieta de la Minerva, a donde previamente habían coincidido varios contingentes. Fue más política.
De hecho estuvo un grupo del PRD encabezados por el doctor Raúl Vargas que portaba una gran manta: Estamos Encabronados!, se podía leer.
Fue menos ruidosa, casi en silencio, de reflexión, para dejar en claro que el gobierno abusó cargando impuestos al combustible y convirtiéndolo más caro que en muchas otras partes del mundo.
Otros siete mil partieron dos horas más tarde, también desde la glorieta Minerva y hasta la plaza de la Liberación, donde se leyó un pronunciamiento para exigir a las autoridades federales dar marcha atrás y mantener las medidas de austeridad.
“Es resultado de un proceso largo, continuo y sistemático de abusos, atropellos y arbitrariedades sufridas en su contra. El modelo económico neoliberal, valiéndose de la corrupción y la impunidad, enriquecidos en los tres poderes del estado”, comentó uno de los oradores.
Mientras esto sucedía, en otros Estados y otras ciudades, también marcharon, en espera de la respuesta tan esperada de los gobernantes que solo se han concretado en los últimos días en insistir en que es consecuencia de que “nos acabamos la gallina de los huevos de oro”, cuando evidentemente fueron ellos los que le dieron “el tiro de gracia”.